~•°LCDZ en la Escuela°•~

~•°Capítulo veinticuatro°•~

—Gracias por quedarse a jugar con nosotros.

June estaba en un salón repleto de juegos de mesa. Frente a ella estaban Seiya, Shiryu, Saori y Shunrei.

—Pues el maestro Orfeo está enfermo, así que no tuvimos ensayo hoy —habló Seiya.

—A nosotras Eurídice nos dijo que no podría venir —dijo Shunrei—. Que raro que no hayan venido ambos.

—¡Aquí está este! —Shun se acopló al grupito llevando en sus manos un juego de mesa.

Los seis amigos se sentaron alrededor de una mesa grande.

—¿«El juego de la vida»? —Shiryu tomó la tapa del juego y leyó el nombre del mismo—. ¿De que se trata?

—Cada uno va moviendo su pieza por todo este tablero —Shun tomó una figurita y la pasó por las casillas—. En cada casilla hay acciones que te suman puntos positivos en la vida: cómo conseguir un trabajo nuevo, comprar una casa, adoptar una mascota. Pero, ¡ojo! Así como hay casillas positivas, hay casillas negativas: quedar en bancarrota, ser víctima de fraude fiscal, ir a la cárcel.

—Cuando lleguemos al final... Nos morimos y hacemos un recuento de las cosas que conseguimos —June terminaba la explicación que estaba dando Shun—. Quien tenga más dinero y amor, ¡gana!

Basta de rodeos, comencemos de una buen a vez.
El primer en tirar fue Seiya.

—¡Seis! —Seiya tomó su pieza y avanzó seis casillas—. Ahora tomo una tarjeta de este montón —La tomó y la leyó—. Por ser excelente ciudadano el ayuntamiento le da una recompensa de 100 monedas.a

—¿Buen ciudadano? ¿Seguro que leíste bien? —Se cuestionó Saori.

Seiya le mostró lo que había salida en la carta.
—Este juego es como la vida real, así que lo que dice es cierto.

—Si me preguntan, yo opino que deberías ir a la cárcel...

—¿Y cómo por qué, eh

—¡Me toca! —Shunrei tiró los dados—. ¡Once!

—Oye, más despacio, velocista —dijo June.

Shunrei movió su pieza.

—Reta a alguien a un «piedra, papel o tijera» y el que gane le debe 50 monedas al perdedor —Shunrei empezó a mirar a sus contrincantes en busca de uno—. Mmm... Yo escojo a... ¡Shun!

«Pensé que escogería a Shiryu —pensó Saori».

—¡PIEDRA, PAPEL O TIJERA! —Shun y Shunrei gritaron agitando su mano derecha cada uno, y el resultado fué...

—¡Ja, la piedra le gana ala tijera! —Shunrei había salido victoriosa—. Dame mis 50 monedas.

—Y eso que ni siquiera he tirado —dijo Shun algo decepcionado mientras le entregaba la cantidad a Shunrei.

Siguieron jugando hasta ir más avanzados al juego.

—Por sospecha de lavado de dinero... ¡vaya a la cárcel! —June obtuvo una carta de infortunio y movió su pieza a la casilla de la cárcel—. ¿Hay alguien tan generoso cómo para pagar la fianza? —June volteó a ver a sus amigos, pero todos miraban para otro lado—. ¡¿Que ninguno quiere ayudarme?!

—Yo lo haría, pero estoy hipotecado —dijo Shun.

—Sigo de tirar —Shiryu lanzó los dados—. Ocho.

Movió su pieza y cayó en una casilla normal.
—Por su trabajo como «payaso de fiestas» recibe un aumento.

—Hasta que al fin te sirve de algo ser payaso —comentó Seiya.