~•°Capítulo trece°•~

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—Bien Saori... Ya sabes qué hacer.

Saori se encontraba sentada en el escritorio de su habitación.
Le estaba dando una repasada al plan que anteriormente había formulado con sus amigas.

Unos días atrás.

—¡TENGAMOS UNA PIJAMADA! —gritó Shunrei.

—¡ESO SUENA FANTÁSTICO! —exclamó Saori—. ¿Cómo estará todo el asunto?

Las otras cuatro se miraron las unas a las otras y fué Shunrei quien tomó la palabra.

—Primer punto: Determinamos el lugar de la pijama —Shunrei se valía de sus manos para amenizar la explicación—. Quedamos en que sería en mi casa.

—Okey... Necesitaré tú dirección —comentó Saori

—Yo igual —June alzó la mano.

—Mmm... Luego se los pasó por whats. Segundo punto: El día sería este viernes, claro, sí es qué todas pueden. La hora tendríamos que especificar.

—Por mi no hay problema qué sea el viernes —Saori.

—Yo igual puedo ese día —comentó Erii.

—Creo que todas podemos el viernes—habló Miho—. Y en cuanto la hora, digo, es una pijamada, lo adecuado sería en la noche, a eso de las siete u ocho de la tarde.

Las demás intercambiaron miradas y asintieron ante la propuesta de Miho.

—Bien, arreglado este punto pasemos al último... Permisos... ¿Todas pueden?

—Sip —dijo June.

—Claro —dijo Miho.

—Por supuesto —comentó Erii.

—Yo... Tengo que pedir permiso a mi abuelo —Saori cortó el rollo de la conversación.

—Oh, entonces... ¿La hacemos después? ¿Más temprano? —habló Miho.

—No, no, no, no, no... Creo que mi abuelo me dará el permiso para poder ir. Cuándo me lo de les aviso.

—Muy bien. Sólo esperemos a que el asunto de Saori se resuelva y todo listo —Shunrei tomó la última palabra.

_De vuelta al presente (Día Jueves de la semana)._

Saori se encontraba bajando las escaleras de su mansión con un objetivo en mente, lograr que su abuelo le diera permiso.
Saori jamás había asistido a una pijamada con amigas; en el pasado algunas primas se quedaron en su mansión a pasar el rato, pero eso es una cosa diferente.
Conoce bien el carácter de su abuelo, al ser la primera vez que le pedirá permiso para ir a una pijamada puede qué no comprenda del todo el porqué y se ponga algo reacio, tendrá que hacer uso de sus mejores técnicas para convencerlo.

Finalmente Saori llegó al despacho su abuelo y tocó la puerta.

—Adelante —La anciana voz resonó del otro lado.

Saori abrió la puerta y se sentó frente al escritorio de su abuelo.
Don Mitsumasa Kido se encontraba leyendo el periódico y en cuanto notó la presencia de su nieta bajó el periódico y se enderezó en su asiento.

—Ah, Saori, ¿que ocurre hija?

Saori miró a su abuelo.

—¿Podrías hacerme un pequeño, pero pequeñísimo favor?

—Está bien...

«Fue más fácil de lo que creí... —Saori creyó que ya había logrado su cometido».

—¿Cuánto dinero quieres? —Mitsumasa sacó su billetera y de ella unos cuantos billetes.

—¿Qué? No abuelo. Me refería a otra cosa.

~•°LCDZ en la Escuela°•~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora