~•°LCDZ en la Escuela°•~

~•°Capítulo dieciocho: Salida al centro comercial Parte1°•~

Ah... ¿Quién no ama los viernes? El comienzo de un tiempo de descanso: sales a fiestas, vas a comer con tus compas o te quedas en casa viendo Netflix (excepto si estudias en la universidad, ahí si no tienes tiempo ni para respirar).
Pues algo similar harán hoy nuestros personajes.

Ya después de un día escolar algo tedioso, todos fueron a sus casas para descansar un poco y alistarse para su salida. Los primeros en llegar el centro comercial son Shunrei y Shiryu. Ambos esperan fuera de la entrada. Habían llegado hace media hora.

—¿No te parece que llegamos muy temprano? —preguntó Shunrei.

—Para nada —dijo Shiryu—. La puntualidad siempre debe de ser una prioridad.

—¡Pero sí cuándo pasaste por mí ni siquiera me había metido a bañar! —gritó algo exasperada Shunrei.

—Bueno, ya estamos aquí. Esperemos mientras llegan los demás.

Pasaron los minutos y uno a uno fueron llegando.

—¡Hey, chicos! —Miho se acercaba a la entrada. Seguida de ella venía Erii.

—Miho, Erii. Que bueno que llegaron —saludó Shunrei.

—Lamentamos llegar un poco tarde... —Erii estaba algo apenada.

—No, no, no. No hay de qué preocuparse. Nosotros tenemos poco de haber llegado, ¿verdad Shiryu?

—Para ser precisos —Shiryu mira su reloj de muñeca—, treinta minutos y siete minutos.

—¿Y los demás? —preguntó Miho.

—No han llegado, espero que no hayan cancelado —dijo Shunrei.

—¿Vendrán muchas personas? —preguntó Erii.

—Pues seremos todo nuestro grupito junto con los chicos que conocemos —respondió Shunrei.

—Unos nueve más o menos —añadió Miho.

«Ayúdenme —pensó Erii mientras pasaba saliva».

Pasan más minutos.

—¿Deberíamos marcarles-

—¡CORRAN, CÓMO SON LENTOS! —Se trataba de Hyoga quien iba corriendo hacia esa dirección.

—¡Bien sabes que el deporte no es lo mío! —decía Shun que iba caminado.

—Pudimos haber tomado un camión... —comentó June.

Los tres venían juntos y se pararon en la entrada.

—Hola chicos —saludó Miho.

—Hola Miho. Erii, Shunrei, Shiryu —June saludó a todos.

—¿Por qué tardaron en llegar, patito? —Shiryu le preguntó a Hyoga.

—Porque primero tuvimos que ir a casa de Shun para convencer a Ikki de que lo dejada ir —respondió Hyoga.

—¿Por qué? ¿A caso no te dejó ir desde un principio? —preguntó Shunrei.

—Es qué, jeje... —Shun se rascó la nuca nerviosamente—. Apenas hoy le dije que iba a salir.

—Y vaya que batallamos para que lo dejaran ir —comentó June—. Le dijimos que llegaría temprano a casa... Te trata cómo a un bebé.

—Solo se preocupa por mí.

—Vale. Bien, solo faltan de llegar Seiya y Saori —comentó Miho.

—¡¿Alguien dijo mi nombre?!

Seiya venía montado en una patineta, y frenó con la parte delantera de la misma frente al grupito que se había formado.