07; Enfermo

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Midoriya ha enfermado, y le han recomendado que esté reposando en la cama por unos días hasta que la fiebre baje y el resfriado cese. Hace más un mes desde que Kirishima fue trasladado a la clase 1-A, y han pasado dos semanas desde que fueron al campamento y Katsuki fue secuestrado, gracias a Kirishima pudieron salvarlo.

Está aburrido, es viernes por la tarde y escucha cómo muchos otros estudiantes salen y entran de la U.A aprovechando que acaba de empezar el fin de semana, sus amigos van a ir al centro comercial todos juntos y él tiene que quedarse ahí, en esa cama, aburrido y completamente solo.

Alguien bastante insistente toca repetidas veces la puerta de su dormitorio.

Está abierto...-Dice con voz ronca debido al dolor de garganta que tiene desde esta misma mañana.

La puerta es abierta siendo acompañada por un chirrido. Midoriya gira su cabeza para mirar a la puerta y ve cómo Kirishima se asoma por ella dejando ver su cabello hacia abajo, el pelirrojo entra y cierra la puerta a sus espaldas y centra su mirada en el chico en cama. Midoriya sonríe al verlo.

Hola, Midoriya-kun.-Saluda Kirishima mientras camina hacia él-Me han pedido que te dé mis apuntes y que revise si estás bien o si necesitas algo.

El pelirrojo deja su cuaderno con sus apuntes en el escritorio del peliverde sin quitar su bonita sonrisa de su rostro ni un sólo segundo.

-Gracias Kirishima-kun.

-Puedes llamarme Eijiro, ahora que somos amigos.

-Si es así entonces tú puedes llamarme Izuku.

Kirishima agarra una silla y se sienta a un lado del enfermo, ambos se miran por unos minutos y sin previo aviso Kirishima pone su mano en la frente de Midoriya.

-Aún tienes mucha fiebre. Será mejor que te traiga un trapo húmedo para que te lo pongas en la frente. Me han dicho que eso baja la fiebre.

Kirishima se levanta de la silla, a pesar de que hace apenas cinco minutos desde que se ha sentado.
El dormitorio estaría totalmente en silencio si no fuera por los pasos de Kirishima y el rugido proveniente de las tripas de Midoriya que suena de repente.

Kirishima al escuchar ese rugido se gira para mirar al peliverde quién está muy sonrojado y avergonzado, el pelirrojo le sonríe al otro.

-Traeré un trapo húmedo y algo de comer.

Camina hasta la puerta y la abre, antes de salir del dormitorio parece dudar en irse, se gira para mirar a Midoriya.

-No tardo, espérame aquí, Izuku-kun.

-No es cómo si tuviera otra opción.

El pelirrojo se retira dejando de nuevo sólo a Midoriya, quién empieza a mirar todos los detalles de su dormitorio como si no lo conociera ya de memoria. Observa detenidamente todos sus pósters de All Might, todas sus figuras de edición limitada que compró hace ya mucho tiempo, todo lo que decora su habitación, mientras le da pequeños golpes al colchón de su cama con sus dedos.

La puerta vuelve a ser abierta, y con ello entra Kirishima con un trapo húmedo y con un plato con sopa de pollo, camina lentamente, tratando de
que no se le caiga nada al piso.
Se sienta en la silla que ha dejado al lado de Midoriya, el pelirrojo le pone el trapo en la frente.

Las horas pasan, y al parecer Kirishima no tiene intención de irse de su habitación hasta que no se duerma, dice que no sería varonil de su parte dejar a un enfermo sólo en la penumbra de su habitación en la noche, por lo que ha tomado la decisión de quedarse ahí hasta que él caiga en los brazos de Morfeo, aunque conoce bien a Kirishima, y sabe que el pelirrojo se dormirá antes que él.

-La fiebre ha bajado un poco. Lo más probable es que mañana sólo tengas un par de grados más de lo normal.

-Eres un buen doctor, Eijiro.

Kirishima sonríe en grande, y Midoriya puede ver el brillo en sus ojos, Katsuki tenía razón cuándo le dijo que era un amor. Kirishima parece feliz al ver que sus intentos de curar a Midoriya han funcionado al menos un poco, al parecer todas las veces que fue con Recovery Girl sirvieron para algo.

El reloj marca la medianoche, y con ello el silencio se hace presente en los pasillos de la U.A, ambos están en la misma cama, arropados con la misma manta de los pies hasta la cintura, tienen las ventanas abiertas, dejando que la luz de la luna ilumine el dormitorio, Midoriya mira a Kirishima, lo ve relajado, y brilla cómo nunca bajo los rayos de la luna, lo ve bostezar, y sabe que es cuestión de tiempo que se duerma, si el sueño lo vence tendrán que dormir en la misma cama, pero no es cómo si se sintiera incómodo o molesto por ello.

Pasan los minutos y Deku sigue mirando a la luna y las estrellas, cuándo nota que Kirishima ha dejado de hablar, gira su cabeza y lo ve durmiendo, se ve relajado, y eso provoca ternura en Midoriya, quién no puede evitar sonreír ante la imagen frente a él.

Narra Deku

Kirishima se ve tan lindo de esa forma, más que de costumbre. Sus ojos cerrados dejan ver sus largas pestañas que le hacen verse muy lindo, suelta leves suspiros entre sueños, me pregunto con que estará soñando, seguro que tiene sueños muy masculinos y varoniles, tal y cómo dice él a cada rato.

Retiro los cabellos que tiene en la cara con la mano suavemente para no despertarlo, dejo que mi cabeza caiga sobre la suave y cómoda almohada y me quedo mirándolo, su boca está entreabierta. Por alguna razón pienso en qué pasaría si en este mismo momento me acerco de más a su boca, los besos de buenas noches son los mejores, además de que él no se dará cuenta si le doy un beso pequeño y corto.

¡No, Midoriya! No puedes hacer eso, está dormido, eso sería aprovecharse de que está vulnerable para hacer algo para lo que no me ha dado su consentimiento, además de que sería abusar de su confianza. No puedo hacer eso, está mal.

Me alejo repentinamente de él, y siento como el parece notarlo, pero aún así no se despierta, cambia de posición dándome la espalda, menos mal que no se ha despertado viéndome tan cerca suyo tratando de hacer algo como darle un beso, no podría ni mirarlo a la cara después de haber hecho eso.

Pero, ahora que lo pienso ¿Por qué quería besarlo antes? ¿Por qué siempre quiero besarlo?

Ay, dios mío, creo que necesito algún consejo.

Rubíes /Dekukiri/Donde viven las historias. Descúbrelo ahora