Ella

Capítulo 1.

Brooke Harper.

Hoy era un día importante, ya que, nuevas personas se unirían a la residencia. Las clases estaban por empezar en nuestra ciudad y eso implicaba la llegada de nuevas personas.
Me encontraba entrando a la residencia con mi teléfono en manos, fui directo a la recepción y vi a Chris jugando Candy Crush, uno de sus pasatiempos favoritos. Al ver que no me prestaba atención tosi falsamente, haciendo que él levanté la vista del teléfono.

—Oh, hola Brooke —saludó sonriendo.

Negué lentamente mientras sonreía.—Hola Chris, venía para preguntarte algo —lo mire atenta.

—Ah claro, dime, ¿Qué sucede? —parecía extrañado.

—¿Naya y yo tendremos una nueva compañera? —pregunté sin rodeos.

Necesitaba saber si una nueva chica estaría con nosotras, Naya y yo somos mejores amigas desde chiquitas y no es fácil que tengamos nuevas amistades.

—Déjame checar —asentí mientras pasaba su vista a la libreta que tenía los nombres y habitaciones.

Después de unos cuantos minutos me miró de nuevo y asintió.

—Sip, tendrán una nueva compañera —respondió mirándome.—se llama Jennifer Brown, no es de por aquí, así que también es nueva en la ciudad.

—Gracias Chrissy —sonreí y lo abrace como pude.

Él rió, odia que lo llamen así, pero somos amigos y es nuestra manera de molestarnos.

—De nada Pitufina —se burló.

—¡Oye! —le pegue levemente el hombro.—solo soy un poco más pequeña que tú.

—Si, claro —seguía sonriendo.

Le saque la lengua y ambos reímos.
Me despedí de Chris diciendo que iba a desempacar, cosa que era cierta. Llegué ayer y todavía no he desempacado, mi madre me estaría jalando de las greñas y no estoy exagerando.

—Hola Naya —la saludé entrando a la habitación.

—Hola Brooke —sonrió.

—¿Todavía no traes tus maletas? —fruncí levemente el ceño.

—Nop, Ross las traerá por mi en un rato, mientras que yo saldré.

Sonaba tan relajada, ojalá estar así de calmada.

Reí levemente.—¿Te enteraste de nuestra nueva compañera? —hablé sentándome en la cama.

Ella frunció el ceño.—¿Tendremos una nueva compañera?

—Al parecer si —sonreí.

Hay que ver el lado positivo, tal vez haga una nueva amiga, ¿No?

—Es... —pensó un poco sus palabras.—....genial.

Esa respuesta parecía más una pregunta.

—Piensa que podremos hacer una nueva amiga —sonreí para después acercarme a ella.

—Tal vez tengas razón —alzo sus hombros.

—Oh, claro que la tengo —reí.

Seguimos hablando de temas diversos hasta que Naya se tuvo que ir a no se dónde, la verdad no le pregunté, es su privacidad y no debería interferir en ella.

Opté por seguir desempacando, traje demasiada ropa y algunas prendas ni siquiera yo las había puesto en las maletas.

Fue tu mamá, recuerda.