Ella

Capítulo 7.

Brooke Harper.

Tengo menos de una hora para arreglarme, iríamos a una fiesta con los chicos, lo sé, al fin se acuerdan de mi, pero no me importa.

Los vería en el piso de Ross, así que debía irme rápido si quería llegar a tiempo.

Llevaba un vestido color rojo, un poco pegado a mi cuerpo, el escote de adelante era en V y la parte trasera era normal, no sé si me entienda.

El taxi que pedí ya había llegado, sólo me faltaba ponerme algunos accesorios, un collar de oro con un corazón, sonreí viéndome al espejo mientras veía aquel objeto, nunca dejare de amarlo.

Me coloque algunos anillos y pulseras, sí, me encantan. Tomé mi bolsa, algo de dinero, mi teléfono y baje.

—¡Ya me voy! —grite en la puerta para que me amiga me escuchará.

—¡Cuídate, cualquier cosa me llamas! —dijo en respuesta.

Sonreí y salí. Al llegar al piso de Ross vi que ya estaban todos, baje del taxi y pague, me acerque al carro de el chico de los recados y toque la puerta.

—Llegaste, sube Brooke —dijo Sue sonriendo y haciéndose a un lado.

—Gracias.

Sonreí a mi amiga y puse la vista hacia adelante, ahí estaba ella, tan linda como siempre, y por un momento dude en si me veia bien, Ross la veía con ojos de ilusión y admiración. Me moví en mi lugar un poco incómoda y pase mis manos por mis brazos, algo triste.

Sue noto aquello y vio a Ross.

—Ross, no quiero ser grosera, pero, ¿no eras tú él que quería llegar ya?

Él sonrió sarcástico, ni siquiera volteó a verme.

—Vaya, lo bueno que no querías ser grosera, Sue —dijo con sarcasmo.

Jennifer rió ante su comentario y yo desvíe la mirada a la ventana.

Ross prendió el carro y se dirigió a aquella fiesta, no sabía a dónde íbamos y ni siquiera fui invitada, Sue sólo me dijo que viniera bien vestida y que me pusiera más hermosa de lo que ya lo era. Sonreí ante las palabras de ella, una mano se puso sobre la mía, volteé hacia arriba y la ví a ella sonriéndome, le devolví aquel acto y seguí viendo el paisaje.

Al llegar todos se separaron, vaya, que grandes amigos.

Fui a la barra por algo de tomar, realmente no tomo, pero en estos momentos lo necesitaba.

—Estás muy linda hoy —oí que un chico dijo.

Mis ojos se aguadaron, era él.

No quise voltear, sabía perfectamente a quien se lo decía.

Me fui de ahí, salí a la terraza que había en aquella casa, el viento tocó mi rostro e hizo que mi cabello se elevará.

Baje mi mirada a mis manos, estaban un poco frias y algo rojas, mierda, ¿en qué momento lo hice?

Mis pensamientos se fueron cuando oí una puerta ser azotada, no le tome importancia, hasta que se oyeron unas voces, las reconocí al instante.

Volteé a verlos, se estaban besando.

Dí un paso hacia atrás y tire una maceta, mierda.

El ruido hizo voltearlos, me miraron, ambos asustados.

—Perdón, yo... yo ya me iba —dije yendo a la puerta.

—Brooke, déjame explicarte... —intento decir Jennifer.