Capítulo 14.

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Brooke Harper.

Maletas y ropa.

Eso es lo que había por todo el piso, dios, soy un desastre.

Era el día siguiente y tenía varios asuntos que arreglar, los más importantes son ir a la universidad y darme de baja, lo otro es ir al departamento de Ross.

Me levanté temprano para hacer todo y que me diera tiempo, mis maletas estaban listas y preparadas para irse con mi mamá.

Audrey iría primero, pues yo tenía aún cosas que hacer. Se llevó mis malestas y dejamos el piso casi vacío (literalmente).

Me puse un pantalón algo holgado color café, una blusa negra de tirantes, mi sudadera gris y unos converse negros.

Fui a la UNI e hice los trámites y esas cosas aburridas.

Al terminar fui al departamento de Ross, tenía muchas cosas de que hablar.

Toque varias veces la puerta, hasta que Naya me abrió.

—Oh, Brooke, no esperábamos tu visita —rió nerviosa.

—Sí, bueno, tengo algunas cosas que hacer y decidí venir —explique viéndola.—¿Puedo pasar?

—Claro que sí, pasa, pasa.

Ésta se hizo a un lado y entre, todo seguía igual.

—¿Esta Ross? —pregunte.

—Salió desde temprano, nadie sabe de él.

Asentí, creo que no me despediré.

Hablé con los chicos, con todos menos con Jennifer, no me apetecía hablarle.

—Y bien, amm, me iré de aquí —sonreí a medias.

Todos se sorprendieron.

—¿Te vas? —habló Naya.

—Sí, mamá quiere que estudie en otro lugar —mentí.

Todos asintieron.

—¿Puedo pasar a la habitación de Ross?

Will asintió, y Jennifer se me quedó viendo feo.

—Necesito ir por unas cosas que se quedaron aquí —explique más para ella que para los demás.

Sin esperar respuesta me fui hacia la antes dicha.

Todo estaba igual, nada estaba fuera de lugar o desacomodado. Todo estaba impecable, como si ya no viviera aquí.

Pase mi mano por todos lados, recordando el olor, la textura y los bellos recuerdos que tuve aquí.

Cerre los ojos un momento y me dirigí a su tocador, ahí estaba mi regalo, aún no había visto la carta al parecer.

Sonreí agarrando la caja y la observe, el suéter no estaba, pero lo demás ahí seguía.

Deje la carta que hice anoche en la caja y la dejé en su lugar.

—Al parecer te voy a extrañar —murmure viendo la sudadera que traía puesta.

Era de él.

Solté la caja y me alejé de ahí, saliendo del cuarto.

Es hora de irme.

Todos se me quedaron viendo al salir y se levantaron.

—Me gustó mucho verlos de nuevo —sonreí.—los voy a extrañar.

Mis ojos se cristalizaron y los abrace.

Voy a extrañarlos y mucho.

—Cuidate, Brooke —me dijo Will.

EllaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora