Ella

Capítulo 13.

Brooke Harper.

Siendo sincera, no he salido de mi habitación en días, el tema de Jack me afectó. Y mucho.

Alguien tocó mi puerta.

—Brooke, linda, por favor abre —dijo Audrey.

No quise contestar.

—Alguien vino a verte —anunció.

Oí los pasos alejarse. ¿Quién quería verme ahora?

Salí a pasos lentos del cuarto, fui a la sala y ahí las vi a las dos.

Mi madre y mi hermana.

La primera el verme se levantó.

—Brooke...

—¿Qué hace ella aquí, Audrey? —pregunté sin muchas ganas.

—Escuchala, por favor.

Me acerque y me abrazo.

Quedé sorprendida por un momento, pero al ver que las lágrimas empezaban a salir me aferre a ella.

—Hija, perdón, lo siento tanto —susurró.

—Mami, no puedo más.

Y ahí, con quién menos pensaba desahogarme, me rompí.

Llorabamos las dos, ¿por qué el amor duele así?

—Duele, mami, duele demasiado —decía en su hombro.

—Lo sé, cariño, lo sé.

No me di cuenta en qué momento estábamos en el sofá, ella sentada y yo recostada en sus piernas, mientras que me acariciaba el pelo.

—Quiero irme.

Mis palabras la sorprendieron.

—Harper, linda, tal vez estás apresurandote...

—No, mamá, de verdad quiero irme.

La mire con los ojos rojos.

No estaba en las mejores condiciones.

Mis ojos rojos, mi cabello despeinado, en pijama y toda jodida de la cara.

—Quiero irme... —repetí.—...contigo.

Ella sonrió.

—¿Y qué hay de la universidad?

—Puedo acabarla en otro lado, pero por favor, necesito irme.

Ella asintió.

—Bien, empaca tus cosas, nos iremos mañana.

Me levanté sonriendo, la abrace y fui con Audrey.

—Me voy...

—Te vas...

—Puedes ir conmigo sí eso quieres —sonreí.

Negó.—No, son asuntos tuyos, yo no debería interferir ahí.

Mire a mi mamá y ella asintió.

—Puedes ir —dije viendo a Audrey.

—Pero, ¿y papá y mi hermano?

—Blake sólo me voy unos meses, probablemente un año y medio, iré a estudiar no a suicidarme y arrastrarte conmigo.

Reí levemente.

—Bien, sólo debo avisar. Dios, te amo tanto.

Me abrazó feliz, lo cual le correspondí.

—Bien, umm, ¿podrían esperarme en casa, mamá?

—Claro, cariño, estaremos esperándolas.

Asentí sonriendo.