Capítulo 11.

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Brooke Harper.

Navidad, una época que la mayoría siempre espera. En mi caso, es mi época menos favorita, podría decirse que la odio, pero no lo hago.

—¡Brooke, pásame las esferas! —anunció mi amiga sobre el banco que puso para llegar más alto.

—Sigo sin entender porque quieres hacer esto, sabes que lo odio —dije dándole la caja de esferas.

—¡Es navidad! Ve el lado bueno —animó.

Rodé los ojos.

—Quita esa cara, Harper.

No hice caso y fui a mi habitación, en ésta estaba Ross.

Los pondré al corriente con mi relación con él. Realmente hemos estado bien, aunque está un poco raro desde hace unos días.

—¿Irás a tu piso? —pregunté entrando.

—Realmente no tengo ganas de ir —hizo una mueca.

—¿Con tu familia?

Negó.

—¿Entonces? —volví a preguntar.

—Tal vez la pasé fuera, no soy fan de la navidad.

Él se paró de la cama, dejando su laptop de lado.

—Ya veo.

—¿Y tú? —me miró.

—La pasaré aquí, tampoco amo la navidad.

Él asintió entendiendo.

—Bueno, umm, creo que te dejo solo —hice un ademán de abrir la puerta, pero el me detuvo.

Volteé a verlo confundida.

—Por favor, Brooke, no quiero seguir así —dijo con los ojos cristalizados.

—¿Así cómo? —me hice la tonta.

Él se pasó una de sus manos por su cabello, desesperado y enojado.

—Sabes bien a qué me refiero.

—No es mi culpa que estemos así —indique.

—Tampoco mía.

Cerré los ojos un momento.

—Bien, iré al piso, regresaré mañana.

No dije nada, no quería detenerlo, pero creí que muy en el fondo de él, quería que lo hiciera.

Salió sin decir nada, no sin antes darme una última mirada.

Soy una idiota.

Regresé de nuevo a la sala, ahí estaba Audrey enojada porque no podía poner las luces y las tenía en ella en lugar del árbol.

Reí abiertamente al verla de esa manera.

—No te rías, Harper —dijo amenazante.

Calmé mi risa, aunque no tanto, y la mire.

—¿Qué pasó con Ross? —preguntó tratando de quitarse las luces dando vueltas.

—Uhmm, supongo que discutimos.

—No sé porqué tengo un mal presentimiento, pero creo que sólo son pensamientos míos.

Hice una mueca, aveces Audrey tiene razón en sus presentimientos.

—Prefiero no pensar en eso.

—Bueno, mejor ve a comprar lo de la cena, invite a algunas personas, espero no te moleste

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