Thirty

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Hoy era el día que me tenía vuelta loca desde semanas

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Hoy era el día que me tenía vuelta loca desde semanas.

Me encontraba sentada en mi cama mirando mis manos envueltas en cinta sin ningún pensamiento en mente. Como era costumbre desde la primera vez, anoche no tuve ninguna pesadilla, lo que me indicaba que era totalmente cierto esto de las visiones y que hoy Baji iba a morir si no hacía nada para impedirlo.

-Hanabi. -miré hacia la puerta para ver a mi hermano, quien me dio una señal para salir de aquí y seguirlo. En todo el camino no emití ninguna palabra a pesar de sentir la mirada de Ken sobre mí algunas veces-. No tienes que hacerlo si no quieres. -habló después de haberme mantenido en silencio por más de diez minutos.

-No lo haré, creí haberlo dejado en claro. -mencioné-. No me voy a involucrar en la pelea hasta que vea señales de lo que mi visión predijo. Tengo a Chifuyu y Takemichi como cómplices y me harán alguna señal cuando las cosas no estén yendo bien.

Ken asintió, pues a pesar de mostrarse serio, también podía notar un poquito de preocupación en sus ojos al saber que hoy uno de sus amigos estaba en riesgo, ya que, independientemente de si me creía o no, mi hermano no era tonto de saber que hoy, cualquiera de sus compañeros podría morir o salir herido en gravedad.

Tomé otro camino al de mi hermano, puesto que nadie tenía que saber que yo venía acompañándolo o mucho menos era parte de Tōman, por eso no se me ocurrió mejor idea que ponerme una mascarilla y un gorro dejando solo a la vista mis ojos.

-¡Hanabi! -detuve mis pasos y pedí que la tierra tragara al idiota que decidió decir mi nombre a los cuatro vientos, pero cuando me giré, me di cuenta que había sido Mitsuya, así que le perdoné todo-. Te estuve buscando.

-Hola, ¿cómo te sientes? -me bajé el cubrebocas, asegurándome de estar dándole la espalda a los demás en caso de que alguien de Valhalla u otra pandilla me vea y reconozca.

-Nervioso. -confesó, sus mejillas se tiñeron de un rosa-. Y con mucho miedo. Anoche no dejé de pensar en lo que tú me dijiste sobre la batalla de hoy.

-Perdón. -me sentí mal por causarle esta preocupación-. Creo que no debí decírtelo.

-No te disculpes. -me tomó de las mejillas con suavidad-. Yo creo en ti, te lo dije. -sonrió un poquito-. Y si algo raro sucede hoy, intentaré detenerlo, ¿si?

Yo asentí por inercia, pero la verdad era que tampoco quería involucrar mucho a Mitsuya en estas visiones, ya que no quería que en el peor de los casos, él terminara muerto. Suspiré y atrapé sus labios para regalarle un beso. Ambos nos sentíamos ansiosos, pero teníamos que sí o sí dejar de lado esos sentimientos para dar una batalla limpia y sin bajas. Takashi se separó de mí y me miró con ojos suaves antes de abrazarme con fuerzas.

-Cuídate. -me pidió.

-Eso va para ti también.

Me separé de sus brazos y subí mi mascarilla para ingresar al tan esperado basural sin siquiera mirar a todas las personas que estaban aquí y me senté en uno de los techos de los autos al lado de los hermanos Haitani, quienes me daban cierto miedo, pero debía reconocer que en mis tiempos de más niña llegué a admirarlos y querer ser como Ran, ya que lo encontraba muy divino en el campo de batalla.

Metí mis manos en el bolsillo de mi sudadera y esperé paciente a que esta batalla diera inicio. Por mientras di un plano general del lugar, era pequeño dada la cantidad de autos y neumáticos que rodeaban la circunferencia del sitio. Por lo mismo, me daba un poco de ansiedad ver tanta gente junta en un espacio tan pequeño. Mis ojos lograron captar a Takemichi y a Chifuyu, hasta que minutos después, Valhalla y Tōman se hicieron presente con sus respectivos estandartes.

Mi corazón latía con fuerzas de lo nerviosa y ansiosa que estaba, pero intenté respirar bien y relajarme, sino las cosas no iban a salir correctamente. Mentiría si dijera que tenía un plan, pues solo contaba con la ayuda directa de Chifuyu, puesto que sabía que mi hermano iba a estar ocupándose de otros asuntos. Así que todo dependía del momento en el que Baji estuviese apunto de morir, por más cruel que sonara.

Pude reconocer a Kazutora entre la multitud de Valhalla, pero no sentí nada más allá que nostalgia, pues como mencioné antes, yo jamás lo odié. Intenté buscar a Keisuke, pero no había señal de él. ¿Dónde se habrá metido? No habíamos tenido la oportunidad de hablar antes de la pelea, mucho menos repetirle que tenía que cuidarse.

Y esto me lleva a pensar, ¿Qué le habrá pasado a Keisuke? ¿Cuál fue el motivo de su muerte? Digo, ahora en este tipo de peleas, lamentablemente se normaliza que más de una persona muera o termine herida de gravedad, pero siempre hay un clímax, siempre hay una razón por la cual aquella persona termine así.

La pelea dio inicio, así que mantuve mis ojos puestos en los chicos, tratando de descubrir algo fuera de lo normal, pero quizás mis ojos inexpertos no me dejaban...

-No es sitio para que una señorita esté aquí. -al escuchar una voz al lado mío me congelé. Por un momento todo a mi alrededor pareció detenerse. Ladeé mi cuello para poder descubrir que la persona que me habló, era Ran, pero él no me miraba, seguía con sus ojos puestos sobre la pelea-. ¿Valhalla o Tōman?

Tragué saliva y volví a mirar al frente-. Ninguno en particular.

-Ya veo, deberías retirarte, hay cosas que sería mejor no ver.

-He visto cosas peores. -lo miré de reojo, él sonrió.

-¿Tienes algún motivo por el cuál estás aquí?

-Ninguno que deba importarte. -respondí cortante, ¿Cuál era su gusto de hablarme en plena batalla? ¿Acaso quería distraerme? Era lo más lógico, pero...

El grito de mi hermano me sacó de mis pensamientos y de prestarle atención a Ran que me quería decir algo, para observar hacia el cúmulo de autos y ver a Mikey de rodillas frente a Kazutora y dos hombres que se encontraban tras de éste. Me puse de pie, pero la mano de Ran aferró la mía para impedir meterme en lo que parecía ser la victoria de Valhalla ante la caída del líder de Tōman. No estaba entendiendo nada, tenía tremendas ganas de soltarme de su mano y correr para ver cómo se encontraba Manjiro, pero no podía, no debía preocuparme por él cuando mi objetivo aquí era Keisuke.

Me solté del agarre de Ran con desagrado y volví a sentarme, apoyando mis codos en mis rodillas, no podía volverme loca justo en este momento, no podía levantar sospechas. Sin embargo, todo comenzó a empeorar cuando Kisaki hizo acto de presencia, haciéndose el salvador de esta situación por proteger al "rey". ¿Qué mierda estaba haciendo ese sujeto? De verdad que no entendía sus intenciones, pero eran malas en definitiva. Como era de esperarse, los de Tōman lo comenzaron a alabar y dejaron a Mikey en las manos de él.

Tenía un mal presentimiento de esto.

-¡Kisaki! -gritó de repente Baji y yo me alivié de verlo con vida hasta este punto, pero la mala espina de mi corazón no se iba, ya que tenía certeza de que iba a morir y no veía a Chifuyu querer acercarse más de lo que estaba por miedo. Y eso me estaba desesperando.

Dios mío, sentía que en cualquier momento me iba a desmayar de lo hiperventilada que me sentía, pero no podía hacer nada. Sin embargo, si veía que las cosas se salían de control, tendría que intervenir, inclusive si mi vida corría peligro.

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¡Holaaaaaa! He vuelto, por fin jj. Hay tantas cosas que debo contarles. Primero que todo, ustedes sabían que el año pasado estaba en una carrera universitaria, bueno... me salí, porque estaba muy triste, no era lo que quería y además me sentía muy sola estando en una ciudad que no conocía. Entonces, se juntaron muchas cosas y las ganas de escribir, desaparecieron. 

Además, en ese tiempo, conocí a mi novio, ¡admin con parejita jj! Y estoy super contenta, así que una de las razones por las que no escribí, fue porque lo estaba conociendo. Aparte, comencé con el proceso de salirme con mi carrera y comenzar a estudiar para entrar a lo que realmente quería. Gracias a Dios, lo logré. Así que, el año pasado, no fue un gran año, obviamente que conocer a mi persona, lo mejoró todo, pero estuve pasando por procesos más o menos que hasta el día de hoy, me está costando un poco superar jj.

Pero eso mis lectores, ojalá que mis historias sigan teniendo apoyo y les sigan gustando. Muchas gracias por todooo, nos leemos en el próximo capítulo.

Bumblebee || Mitsuya TakashiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora