Capítulo 40

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Estaba intranquilo en todos los aspectos posibles, aún no logra asimilar que su colega y amiga tuviera sentimientos por él, y no es que le generara alguna molestia, pero si preocupación ya que no podía corresponderle por obvias razones.

Siguió con su trabajo intentando distraer sus pensamientos, dio un par de vueltas por la oficina, mirando el reloj de vez en cuando, la reunión de su jefa había durado más de lo esperado. Viendo que podía tomarse un descanso de cinco minutos, decidió ir por un café a la pequeña cocina que había en la planta; vio a Lila haciéndose uno, así que saludó como acostumbraba.

—¿Qué pasó colega? Tienes una cara de muerte a kilómetros. —comentó bromista, apoyándose en el mesón mientras bebía un sorbo de la taza.

—Hay mucho trabajo últimamente, sólo eso. —puso a hervir agua y esperó en silencio a una distancia prudente de la castaña.

—¿Te dijo Rose sobre la salida?

—S-si... Algo me dijo, aunque no estoy seguro de poder acompañarlos. —Lila lo miró algo curiosa por su aspecto ausente, pero prefirió no darle mayor importancia. —¿y cómo vas con tu jefe? —preguntó para cambiar el tema, la joven suspiró y formó una mueca.

—Es algo tedioso... Creo que ahora hay más límites en su comportamiento, pero no deja de volverse incómodo trabajar con él.

—Quizás deberías hacerle caso a Max sobre informar en recursos humanos.

—Necesito el trabajo. —peinó su cabello hacia un lado y miró hacia al frente; Adrien no pudo evitar sentir empatía por su situación.

—Podría hablar con la señorita Marinette... Estoy seguro que ella...

—Adrien, eres muy amable. Pero cariño, no lo seas. —le sonrió con un aire coqueto, y no porque lo estuviera haciendo, simplemente ella era así. —no me gusta depender de los demás, y tampoco me gustaría que por mi tu quedes sin trabajo. Entre colegas nos entendemos, ¿cierto? —Él arrugó un poco sus cejas y miró la taza que estaba frente a él vacía.

—Si pasa a mayores puedes decirme, no dudaré en brindarte mi apoyo, Lila. Hemos tenido roces, pero somos colegas.

—Entonces finge ser mi novio. —Adrien abrió sus ojos y volteó a verla, mas ella no pudo evitar soltar una carcajada. —deberías ver tu cara ahora mismo. —dejó el tazón a un lado y siguió riendo. —es broma, puedo arreglarmelas sola, gracias de todos modos.

Adrien terminó por servirse el café, acompañado por la muchacha unos cuantos minutos más, charlaron cosas banales y un poco sobre el clima de ese día. Lila se despidió en corto porque llevaba mucho rato en la cocina y Kim se daría cuenta más rápido de lo que quisiera, así que Adrien se quedó ahí unos minutos más, reflexionando un poco la situación con su pequeña amiga rubia.

°°°

—Por favor Rose, recuerda hablarle a los de la obra.

—No se preocupe jefe. Yo me encargo, vaya con cuidado. —Rose terminó por pasarle unos papeles a Luka y un casco blanco. —cuando vuelva estarán los documentos que debe firmar en su escritorio.

—Gracias. Nos vemos mas tarde, no olvides comer algo. —Luka salió rápidamente por la puerta principal de la empresa.

Rose vio a su jefe marcharse y suspiró con cansancio, ese día ha estado lleno de emociones y no estaba segura en cual centrarse primero. Arregló su falsa con una de sus manos y giró sobre su eje en dirección al elevador para regresar a su puesto, ingresó en el cubículo pero antes de que las puertas se cerraran un pequeño individuo ingresó también.

Te Puedes Quedar En Mi Corazón "Cada Tropiezo Me Lleva A Ti"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora