un momento de desolación

281 36 8
                                    

(...)

Despertó. Sus ojos se abrieron con pesadez y su cuerpo sintiéndose algo cansado, aunque no por la falta de sueño precisamente, si no por las excesivas horas que las pastillas le obligaban a dormir, se levantó y al momento en que dio el primer paso fuera de la cama escucho como baymax se activba, siguió su camino normal al baño donde se encerró antes de que el sueva robot hiciera la primera pregunta del dia.

— como te sientes el día de hoy Hiro?— pregunto suavemente tras la puerta, el azabache no contesto pues solo se concentro en lavar su cara para quitar el cansancio de sus ojos, se miro al espejo, aquel moretón ya casi había desaparecido y agradecía aquello.

Entonces salió del baño siendo seguido por el adorable robot hacia la computadora.

— recuerda que debes consumir alimentos altos en vitaminas para una pronta recuperación. Según la lista de alimentos recomendada por el doctor que te apetece comer hoy?

— si amm puedes traerme un poco de café?

— el café es saludable, pero no ayudará a que mejores si solo consumes una taza

— bien puedes traerme pan o huevo, lo que sea...—el robot obedeció saliendo de la habitación

El chico trato de concentrarse pero había algo que lo molestaba hasta, de separo de su escritorio dando vuelta hacia la que era su cama, ahí estaba tendida y acomodaba. Frunció el seño. Miro el piso y parte del escrito. Desde cuándo su habitación estaba tan limpia?

Si a lo mejor era eso lo que lo molestaba, pero en realidad no podía quejarse ya que el espacio que era de Miguel ahora párese un agujero oscuro, casi como un nido lleno de papeles y ropa regada por todos lados. Incluso sus papeles habían invitado el escritorio de la computadora, aunque más acomodados.

Sus quejas mentales se interrumpieron al ver a baymax junto con tía cass quien llevaba con sigo una bandeja.

— buenos días cariño— dijo entregándole la bandeja a baymax acercándose a darle un pequeño beso al nipón — como te sientes?

— ya mucho mejor tía gracias

— me da gusto y también que tengas apetito, si quieres más me avisas, bueno ya tengo que bajar, deje solo a Miguel y...— con la prisa no se dio cuenta que el robot estaba tras ella. El plato, la taza y la bandeja salieron volando por el aire, la mujer muy apenas logro tomar el plato, y baymax trato de tomar la bandeja y la taza, sin embargo la taza termino rompiéndose en el suele, dejando pedazos de comida y piezas de cerámica rotas por todo el piso.

Aquello llamo un poco la atención al menor

— que desafortunado— dijo cass mirando el suelo— bueno te traeré más y traeré con que limpiar este desastre

— gracias tía— la mujer sonrió apenada y se fue

— baymax? Por que no atrapaste la taza?

— mi velocidad no es suficiente como para atender dos situaciones de riesgo

— mm... eso me da una idea— el muchacho se dio vuelta hacia la computadora ignorando aún más al robot— no te muevas— después de un rato el azabache se dirigió a baymax, abrió la pequeña compuerta agregando un chip más que al cerrar inmediatamente fue escaneado por el adorable robot

— hiro, no logro entender cómo mayor velocidad me hará un mejor asistente médico— dijo con un tono más acelerado

— bueno atora vamos a comprobarlo, puedes traerme un baso de agua?

El robot camino lo suficientemente rápido como para estamparse con la puerta, retirándose en unos cuantos pasos y con su acojinada mano trato de abrir la puerta con tanto velocidad que terminaba solo en coques constantes y repetidos hasta que logro abrirla saliendo despedido por el pasillo chocando con muros y barandales en el proceso.

el niño del cafeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora