la raza

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(...)

El castaño se apresuro a salir del taller pero el moreno ya no estaba, aun asi podia desusir donde estaba

- este es mi proyecto, como dije no es algo muy sofisticado

- este tiradero??- dijo mirando las pequeñas piesas regadas tanto en el piso como en el escritorio- y que son?

- son una de las etapas finalea de mis nanobots- dijo colocandose el neuro trasmisor, todas las pequeñas piesas se juntaron volbiendose una mano que saludaba a ambos jovenes - ahora mucho mas pequeños y eficientes capaces de crear cualquier cosa que imagines

- orale!! y dises que no es nada!? - sus ojos brillaban de la emocion- oooh como le haces?

- con esto- se quito en neuro trasmisor y las pequenas piesas se fueron callendo

- wow, como funciona?

- solo es una base de codigos que impelmente en cada uno de ellos, quieres intentar??

- puedoo!!

- porsupuesto- ven aqui

-y dises que pueden hacer caulquier cosa?

- claro solo tienes que consentrarte, y ellos obedeseran a cuanquier orden- dijo colocandole el neuro trasmisor con sumo cuidado

El moreno quedo inmovil ante tal sercania, inmediatamente probocando una reacion en los nanobots, los cuales comensaron a temblar

- consentrate..

- ah.. si si - ahora tratando de consentrarse, el moreno fruncio el ceño, mirando las pequeñas piesas, se miraba chistoso incluso saco un poco la lengua, hiro se divertia de solo verlo

Tras unos minutos el moreno logro formar al igual que el nipon una mano, entusiasmado miro al nipon quien le miraba con una sonrisa

- viste eso!

- vaya aprendes rapido

- no es tan dificil despues de que te acostumbras- dijo con un tono presumido poniendo una cara arrogante

- hahaha- ambos dieron un pequeño salto al escuchar la puerta abrisrse de golpe

- Miguel!, aqui estas, llevo buscandote, por todo el lavoratorio, que bueno que te encuentro- comento mientras lo abrasaba con fuerza

- aah, hehehe tranquilo, aqui estoy

- gracias por cuidarlo por mi hamada

- ...- si bien no dijo nada de el comenzaron a salir pequeños gruñodos, incluso su aroma cambio de repente, olgo que alesrto a ambos chicos

- y-ya vamonos porfavor... - dijo apresueandose al ver que el otro chico comemsaba a reaccinar al nipon- nos vemos en casa..

- .. esta bien

...

Ya era tarde y la ultima clase al fin habia terminado, el frio le invadio casi de inmediato, pudo sentir las corrietes eladas de octubre, por lo que habia leeido, se hacercaban la temporada el invierno en la ciudad, y aunque le emocionaba la idea de ver nieve no queria pasar fechas desembrinas fuera de mexico, mucho menos lejos de su familia de por si no tendria la oportunidad de celebrar el dia de  muertos con ellos, pero eso ya lo arreglarian.

el niño del cafeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora