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(...)

Penúltimo capítulo

A lo lejos se escucharon unos suaves pasos que rápidamente lo pusieron en alerta, su respiración se agito, no podía ver quién era, no podía moverte, no podía gritar, solo podía gemir y temblar de la desesperación, entonces sintió un par de manos tomar su rostro con fuerza, al momento que quitaron las vendas de sus ojos.

— Miguel está bien? no te hicieron nada?— sus ojos tardaron un poco al ver con claridad, pero un gran alivio llegó al ver a marco frente a él, alivio que se disipó rápidamente.

— M-marco? Q-que haces aquí? Corre, vete antes de que te vean o te hagan algo, vete— nunca había escuchado la voz de su primo así de rota, verlo en ese estado, amordazado en un lugar sucio y oscuro, sabía que su primo le tenía miedo a la oscuridad, no podía imaginarse lo que fue para Miguel estar en una situación asi. Abrazo al menor sin evitar derramar unas pequeñas lágrimas de arrepentimiento.

— no me iré de aquí sin ti...— su extraño tono serio casi se rompió y esto asusto aún más a el moreno.

— no vete vete

— Cres que puedas caminar?

— marco, tengo miedo

— lo se, pero escucha, no voy a dejar que nada malo te pase si?, Nos iremos de aquí, regresaremos a México y estarás a salvo, está bien?- Miguel asintió entre sollozos con los ojos húmedos, sus pasos eran un poco lentos pero poco a poco sentía como su cuerpo tomaba fuerza.

...

El nipón habia podido entrar por unas escotillas rotas en el techo, estaba claro que el lugar era muy viejo, el muchacho trato de explorar aquel lugar lo más sigiloso que podía, cada cuarto era casi un bodega de escombros, me rodeó por todos lados hasta llegar a un pasillo donde se escuchaban voces de fondo, quizá aquello lo hubiera paresido un poco irrelevante hasta que escucho el nombre de Miguel.

— que están buscando a Miguel?— lentamente se acerco a la puerta de donde provenían las voces, sabía que era peligroso, pero no estaba de más tener un poco más de información.

— así es, la mujer que le reta vivienda me llamo preguntando si de casualidad sabía algo de el, la verdad es que no lo he visto desde hace unos días...— dijo Cortés con la mirada baja, su voz sonaba sería pero sin la fuerza que lo caracterizaba— me está empezando a preocupar.. Y pensé que quiza, como tú lo conoces puede que..

— oh querido viniste al lugar equivocado, no se nada de el, no lo he visto en mucho tiempo— dijo tranquilamente

— oh bueno si, pero quizá conozcas a alguien quien pueda ayudar a buscarlo

— como lo siento, pero en este momento es complicado

— no me digas que no podrías hacer un favor pora ayudar a ese jovencito?.. porfavor es solo un niño

— querido, es más complicado de lo que te imaginas, tengo que remodelar todo este lugar para por fin tener mi teatro

— porfavor, yo sé que tienes trabajos en los mundos bajos, por lo menos puedes conocer a alguien que sepa de su paradero— insistió Cortes

— no hables de eso, hace mucho que no hago nada de eso, así que porfavor déjame en paz— dijo con molestia

— hazlo, te lo pido de favor, si en algún momento llegaste a sentir amor mi o por nuestro bebé.. te lo pido que por lo menos lo intentes— aquella voz sonó casi quebrada

— como lo siento, ven cariño, te acompañar a la puerta— rápidamente el nipón se oculto en otra habitación, escucho salir a ambos hombres y alejarse, aquella conversación no le había dado la información que buscaba, pero al menos ya sabía donde estaba el sospechoso.

el niño del cafeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora