reminiscence

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Cuando le fallas a alguien más también te fallas a ti mismo, fallas a tu palabra, fallas a tu voluntad, le fallas a tu espíritu...

El perdón puede convertirse en las pinzas que rompen las cadenas del rencor y el arrepentimiento, pero no son la goma que borran lo que ya fue escrito.

¿Puede el perdón curar a un herido?

¿Puede el perdón hacer volver el tiempo?

¿El perdón te va a regresar a un muerto?

Piensa antes de mentir, piensa antes de lastimar, piensa antes de actuar.

¿Conoces el valor de la traición?

Una palabra ambigua cuya historia es casi de la edad de la humanidad, cargada de guerras, hermandades, promesas y juramentos de sangre, hombres que sin importar la altura de su honradez han sido apuñalados por la espalda más de una vez.

En la biblia bastó con 30 piezas de plata, en la guerra se pagó con una bala en la cabeza y en la vida cotidiana causó una lágrima derramada.

—Ellos vendrán a hacerte un par de preguntas, pero si no te sientes dispuesto puedes ir mañana a terminar tu declaración —Taehyung hablaba con él en el marco de la puerta—. ¿Estarás bien? Puedo quedarme esta noche si lo necesitas.

—Quiero estar solo...

Cerró la puerta lentamente.

Taehyung estuvo investigando por su cuenta durante todo ese tiempo, visitando calles peligrosas, conociendo traficantes de drogas y consumidores de la zona, pero nunca podía terminar de averiguar algo pues, aunque tenía el conocimiento de que había una sola persona que lo sabía todo, si esta persona no salía a la luz él no podría avanzar en lo demás.

—¿Jimin? —preguntó desde la entrada, pero no recibió respuesta.

El único sonido en el departamento era el de sus latidos desesperados buscando una respuesta.

Caminó hasta la habitación, las mantas acomodadas y la cama bien ordenada, parecía normal, como si nada hubiera pasado ahí, el suelo estaba limpio, solo con un par de frascos de pastillas vacíos.

—Jimin —llamó una vez más, su voz temblando con inseguridad.

El eco de una gota llegó a sus oídos.

Fue hasta el baño, donde minutos antes la regadera había estado abierta, pero todo estaba seco y él... no podía entenderlo.

Eres un asesino, Ggukie...

De nuevo ese zumbido.

Fue tu culpa...

Esa distorsión.

No eres inocente...

Causa dolor.

—Así que todo terminó —escuchó la voz de Jimin detrás de él—. ¿Terminó para ti también?

—Dijiste que te sacara las respuestas y yo...

Jimin se sentó en el borde de la bañera y abrió la llave dejando que el agua fría corriera. Jungkook continuó.

—Dijiste que era inocente, pero... no te detuviste, te metiste con ellos, con mis amigos, con Yoongi...

—Volviste al departamento, Jungkook, abandonaste la búsqueda, te hundiste en mis brazos y dejaste de investigar porque no querías salvarlos realmente.

—E-Eso no es cierto.

—Traicionaste a Yoongi y dejaste que la policía se lo llevara.

—No, no hice eso —Jungkook se agachó cubriendo sus oídos—. Yo lo amo, yo jamás haría algo que lo dañara...

Reminiscence | kookminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora