babel

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¿Distorsión?

La mañana fue lluviosa, ambos cruzaban miradas entre clases y hasta en los pasillos. Dos personas bastante diferentes con un asunto pendiente que atender al término del horario escolar.

Un chico pelirrosa con las mejillas enrojecidas llegó entre respiraciones agitadas hasta el estacionamiento, peinó su cabello hacia atrás y la típica sonrisa nerviosa apareció en su rostro.

—Te dije que no tardaras tanto —regañó un pelinegro, Jungkook.

—E-Es que t-tenía que esperar a que salieran t-todos y Hani se tardó g-guardando sus cosas —el tartamudeo atropellado apenas era entendible.

—Me da igual —contestó Jungkook, dio una calada profunda al cigarro que le acompañaba en aquella tarde nublada y empezó a caminar—. Más te vale saber a dónde me vas a llevar, no me gusta perder el tiempo.

El de más baja estatura asintió efusivamente y se adelantó a pasos apresurados para no encender la impaciencia de su compañero.

Jungkook a menos de dos metros de distancia observó esa esponjosa cabellera rosa agitandose con el viento y el movimiento de los pasos. Ese color tan delicado le hacía sentir una cálida primavera en medio del frío otoño, entonces sonrió a medias.

Sentir está prohibido.

—Jimin —llamó Jungkook y el nombrado se detuvo y giró casi al segundo—, vamos a mi departamento.

—P-Pero... Hay un establecimiento cómodo d-donde los de nuestra universidad se reúnen y...

—Es ruidoso —interrumpió—, a ti no te gustan los lugares donde hay muchas personas.

—Tú dijiste que tu casa estaba prohibida, no quiero ser una molestia para ti... —la voz del pelirrosa fue tan suave que casi rozaba con el silencio.

—Cambié de opinión, así que camina antes de que empiece a llover y me enfurezca.

Esta vez Jungkook fue quien apresuró los pasos para guiar el camino y la vista de los rizos suaves de su cabellera oscura quedaron a los ojos del contrario.

Jimin se sintió afortunado.

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Reminiscence | kookminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora