Reminiscence | kookmin

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Jimin se fue el lunes, y solo hasta ese momento el pelinegro pudo descansar de todo y se echó a dormir por horas, ignoró los sucesos de su vida, ignoró los rugidos de su estómago y los truenos que sonaban en el exterior. 

—Te ves bien —comentó Yoongi en el pasillo de la universidad—. No contestaste ni un mensaje todo el jodido fin de semana y ayer tampoco viniste, creí que llegarías muerto.

—Lo amaría.

—Imbécil, las cosas han estado yendo chueco —rascó su nuca—, vinieron a interrogarme así que será mejor que fijemos otro punto de entregas y esas mierdas, ¿qué lugar propones?

—Yoongi, no puedo seguir ayudándote —declaró al sentir que ya había tenido suficientes problemas.

—Has estado raro, Jeon, no querrás que averigüe por qué —advirtió el chico pálido de ojeras—, dime qué sucede.

En ese momento Jungkook no se hallaba bajo el efecto de ninguna droga ni la mirada amenazante de Jimin, por unos momentos estaba en plena libertad de sus decisiones, pero no hablaría de la presencia del pelirrosa, eso solo sería cavar la tumba más hondo.

—Sigo sin recordar.

—Si tu cerebro decidió olvidar el día del accidente es por algo, no te esfuerces en recordar cosas que tal vez sean desagradables, todos están seguros de que eres inocente, ¿qué más da?

A veces olvidaba el nivel de frialdad de su amigo, en verdad lo olvidaba y también olvidaba cómo había terminado juntos y hundidos en la misma miseria.

Sintió una mirada detrás suyo, al girarse encontró a la distancia a un tipo que era algunos centímetros más alto que él y con una mirada increíblemente penetrante sobre él. 

Era uno de los hermanos Kim, Jungkook lo conocía a la perfección.

Tragó saliva con nervios e intentó hacer que su rostro no reflejara esa inseguridad.

—Jungkook —Yoongi, quien no había notado aún al otro tipo, llamó a su mejor amigo para tener su atención de vuelta—. Escucha, tomaré en cuenta que todavía estás mal por el accidente y la muerte de tu novio, pero si no me ayudarás necesito que mantengas la boca cerrada y no hagas algo que parezca sospechoso, no quiero tener a los estúpidos detectives sobre nosotros, ¿entendido? Debo de ir a clases.

Jungkook asintió con la cabeza y lo miró alejarse, en otras instancias se habría sentido nervioso por la advertencia, pero esta vez era distinto porque sus nervios estaban en Kim, bastante seguro de que se acercaba hacia él y que no parecía tener intenciones amistosas.

—Jeon —llamó una voz ronca y ruda detrás suyo.

Jungkook deseó estar drogado.

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