TRES

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CAPITULO TRES
-Problemas en el paraíso-

CAPITULO TRES-Problemas en el paraíso-

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El cuerpo se pegó al mío, las manos rodearon mis caderas y su respiración somnolienta hizo que comenzara a removerme entre las sábanas

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El cuerpo se pegó al mío, las manos rodearon mis caderas y su respiración somnolienta hizo que comenzara a removerme entre las sábanas.

—¿A que hora regresaste anoche? — Me giré con cuidado, Robert me tiró hacia él pero puse mis manos en su pecho.

—No lo recuerdo, creo que como a las tres o cuatro. 

—¿Tres o cuatro? — me traté de sentar, pero cuando lo hice él rodó sobre mi cuerpo para quedarse sobre mí — Rob...

—Lo sé, por favor no estés enojada conmigo —hizo un puchero y me besó —estamos terminando el proyecto. Sabes como se ponen cuando estamos en los últimos detalles. Además estuve dos semanas fuera, por ti, totalmente desconectado. Volví y tenían hecho un desastre todo. Soy la cabeza, lo sabes nena. 

—También se supone que eres cabeza de esta familia ¿Sabes? — me hice la dolida, en realidad si estaba. Pero estaba tan acostumbrada a ese ritmo que lo tomaba como natural. 

—Que lindo suena eso — susurró besándome. Apoyé mi mentón sobre su pecho y sus manos se deslizaron a mi trasero — Familia. 

Fruncí las cejas, creyendo no haber comprendido a que se refería. Pero no era tonta. Más de una vez mencionó algo de niños, bebés, familia grande, esas cosas. Y siempre me hacía la desentendida. A saber porqué. 

Iba a decirle algo, pero lo comenzaron a llamar y yo también tenía que vestirme para ir a la universidad a trabajar así que, no le di importancia al hecho de que se hizo a un lado para pelear con un tal Lyn. Mientras él se concentraba en repasar papeles y esas cosas yo me fui a bañar, me arreglé y bajé a preparar el desayuno. 

La señora Clare era como el ama de llaves de la casa, conocía a Robert desde hace años. Ella nunca tocaba la cocina cuando yo estaba, porque me gustaba a mí hacerlo. Pero muchas veces no me dejaba, porque Robert no quería que lo hiciera. No porque cocinara mal, porque según él, para eso le pagaba a la mujer y para eso la tenía en casa, para que yo no hiciera nada. 

Pecado  ━ Ben CumberbatchDonde viven las historias. Descúbrelo ahora