CATORSE

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CAPITULO CATORCE
-Tu y yo hicimos un voto, para bien o para mal-

CAPITULO CATORCE-Tu y yo hicimos un voto, para bien o para mal-

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Layla

Desperté cuando Ben me movió, murmuró algo sobre mi teléfono y entonces terminé de abrir los ojos y levantarme a trompicones hacia donde estaba mi bolso. Al ver que se trataba de Kelly resoplé y miré la hora. Eran casi las nueve de la noche. Me senté al borde de la cama mientras buscaba con los ojos mi ropa interior. Miré sobre mi hombro antes de contestar para mirar a Benedict girar al otro lado y acomodarse con la almohada, estirando todo su cuerpo para volver a acurrucarse entre las sabanas.

Suspiré con pesar y contesté.

—Oye, desaparecida — murmuró — ¿Pensabas contestarme? ¿Dónde has estado? Desde ayer estoy tratando de comunicarme contigo ¿Todo está bien? ¿Robert regresó?

—No. Regresa mañana — contesté bostezando — ¿Por qué?

—Porque quiero ir a verte. Quiero que tengamos una noche de chicas ¿Puedes? Tengo una sorpresa para ti, inesperada pero sorpresa, después de todo.

—No estoy en la casa aún — me levanté para recoger mis bragas del suelo y ponérmelas mientras apoyaba el teléfono con un hombro — había salido a comprar algunos víveres.

—¿Estás en el super mercado?

—Eh, voy de camino.

—¡Genial! Estaré en tu casa como en una hora entonces ¿Te parece?

—Eh, claro — me rasqué la nuca nerviosa.

—Adiós cariño.

Cuando corté, con los dedos temblorosos vi a Benedict medio sentado en la cama, la sabana solo lo cubría de la cintura para abajo pero podía ver los músculos de su cuerpo mientras se rascaba los ojos somnoliento.

—Tengo que irme.

—Te iré a dejar.

—No — dejé el teléfono sobre la cama y me puse los sostenes, busqué mis zapatos y mi vestido. Lo vi levantarse y ponerse la ropa interior despacio. Cuando hacía malabares para subir la cremallera del vestido él apareció a mi lado, afirmó mis caderas con una mano y con la otra lo subió hasta el tope. Me giró entre sus brazos y me besó — que difícil es esto.

—No te imaginas lo difícil que es para mí dejarte ir a los brazos de otro.

Resoplé y lo besé de nuevo. Perdiéndome en las sensaciones que me brindaba.

—Robert regresa mañana —.

—¿Irás a trabajar?

—Por supuesto — me aparté para coger mi abrigo y mi bolso — no sé si estará desocupado o si tendrá trabajo, de cualquier forma no tengo idea de que voy a hacer. Siento que voy a mirarlo a los ojos y que se me va a salir todo — me tapé la cara con las manos — soy pésima mintiendo.

Pecado  ━ Ben CumberbatchDonde viven las historias. Descúbrelo ahora