༺ diecinueve ༻

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Desperté sobre una camilla y a juzgar por la luz de las velas debía de ser horas más tarde

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Desperté sobre una camilla y a juzgar por la luz de las velas debía de ser horas más tarde. A mi alrededor habían llenado filas de soldados y generales heridos, entre ellos el general Kim y a mi lado Hoseok.
Me sorprendió no ver allí a Yoongi, pero después recordé que como rey debía tener muchos asuntos que tratar al terminar la guerra, así que me giré hacia mi amigo.

──Despertaste al fin, ¿cómo te encuentras? ──preguntó al devolverme la mirada.

Admiré su capacidad para sonreír incluso en ese momento que parecía agotado.

──Algo mareado ──contesté honestamente, antes de mirar al techo de la carpa con cansancio──, siento que han pasado siglos...

──Tanto no, pero has dormido un día entero. ──Rió él.

──¿Cómo te encuentras tú?, ¿por qué estás aquí? ──pregunté entonces, volviendo a mirarlo con cierta preocupación, ignorando la información.

Él hizo una mueca y por primera vez desde que lo conocía pareció algo consternado, incluso triste al hablar.

──El dragón... Su cuerpo cayó sobre mi pierna ──murmuró, apartando la sábana.

En cuanto vi que una de sus piernas era más corta que la otra y estaba vendada donde debía ir la rodilla, me sentí la peor persona del mundo.

──Por la Luna, es culpa mía, Hoseok... ──espeté alarmado, haciendo el ademán de levantarme pero sin ser capaz por un pinchazo de dolor.

Él negó y me hizo un ademán para calmarme, pero de no haber sido por mi hombro lastimado me habría postrado de rodillas ante él.

──No tienes la culpa de nada, no tenías forma de saber dónde caería el dragón. ──Me tranquilizó.

Mientras me sobaba el brazo por encima de los vendajes le dirigí una mirada de disculpa.

──No te sientas mal, podré ponerme una pierna de palo, como los piratas ──bromeó.

Aquello consiguió sacarme una sonrisa triste pero en seguida noté mis vidriosos, así que parpadeé para aclararlos.

──Por cierto, el rey estuvo aquí antes ──añadió Hoseok──. De hecho viene a verte a cada hora, no debe de tardar mucho en volver.

Esa información me sacó una mueca sorprendida e hizo que mi lobo despertase súbitamente, lo que me alertó. No tenía modo de saber cómo sería mi aroma, pero nadie parecía alterado.

──Gracias por decírmelo ──susurré algo tímido, sin saber cómo reaccionar.

──De nada, pero vigila porque parecía bastante interesado en tí ──comentó con una risita traviesa.

Sabía que recordaba muestra conversación dias atrás, cuando le juré que no aceptaría un cortejo del rey. Pero esa vez mi reacción sólo fue sonreír.

❝ Matar al dragón 𝄄 𝒀𝑶𝑶𝑵𝑴𝑰𝑵 ❞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora