༺ veintiocho ༻

224 48 19
                                    

Ni siquiera los brazos de mi padre o los besos de mis hermanitos me consolaban, y todos a mi alrededor podían ver cómo me consumía poco a poco

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Ni siquiera los brazos de mi padre o los besos de mis hermanitos me consolaban, y todos a mi alrededor podían ver cómo me consumía poco a poco.
Como dejaba el plato a medio comer, como no salía de mi habitación por horas, como me despertaba en mitad de la noche por culpa de las pesadillas, como evitaba mirar el atuendo de bodas de mi hermano o como practicaba con el arco a todas horas y con una rabia que no había sentido ni en el campo de batalla.

No fue hasta que Hoseok me visitó que conseguí distraerme. Él fue a verme, a mí, una mañana después de desayunar con Taehyung y mi padre. Habían pasado ocho días y tres horas desde que no había visto a Yoongi.

No sabía cómo Hoseok había conseguido encontrar mi escondite en el bosque, pero cuando la tercera flecha se clavó en la diana cien veces agujereada, escuché sus pasos.

──No querría ser ese árbol ──bromeó mientras se acercaba a mí, con una espada enfundada en su hanbok──. Hola Jimin.

Ni siquiera me esforcé por mejorar mi aspecto; poco podía hacer por ocultar las ojeras o sanar mis ojos rojos de llorar.

──Hola ──murmuré en tanto colocaba otra flecha en el arco.

──¿Podemos hablar?

Cuando la disparé y se clavó en el centro, junto a las demás, me colgué el arco en la espalda para prestarle atención.

──¿Es una pregunta o una advertencia? ──comenté con sarcasmo.

Él se rio un poco, pero parecía más bien por compromiso o para relajar el ambiente. Porque en realidad estaba preocupado, podía leerlo en su mirada.

──Taehyung está triste ──comenzó con tacto, jugando con una piedrecita del suelo con su pie──. No le gusta ver así a su hermano mayor, ¿sabes?

Suspiré.

──Lo siento.

──¡No!, es decir, sé que no lo haces a propósito pero... Todos están preocupados por tí. ──Hoseok hizo una mueca y se acercó un paso más a mí, con cuidado pero sin miedo──. ¿Hay algo que se pueda hacer...?

En aquel momento, cuando la imagen de Yoongi volvió a mi mente, aparté la mirada.
La respuesta era sí. Había algo, más bien alguien, para solucionarlo pero no tenía las fuerzas para decirlo en voz alta.

──No importa, se me pasará, sólo es una... ruptura, más o menos ──murmuré. Lo cierto era que no le había contado la historia a nadie más que a papá Jinnie, pero era casi obvio que aquel fin de semana en el palacio real no había salido bien.

Me acerqué al árbol para recoger las flechas; se me habían pasado las ganas de practicar. Hoseok me siguió a un metro de distancia, pero en ningún momento pasó el límite de mi espacio personal, cosa que agradecí. De algún modo él me había apoyado desde que nos habíamos conocido.

❝ Matar al dragón 𝄄 𝒀𝑶𝑶𝑵𝑴𝑰𝑵 ❞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora