༺ treinta ༻

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YOONGI'S POV:

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YOONGI'S POV:

Como todos los días desde hacía poco más de un mes, el sol iluminó el palacio a través de las ventanas, pero mientras caminaba por uno de los pasillos principales, me dio la impresión de que todo era blanco y negro. Jimin también se había llevado el color consigo.

Jieun me esperaba en su habitación, como se había vuelto rutina. De entre todos los concubinos, era la que más sobresalía en belleza e inteligencia. Pero para mí no era especial por nada más que ser mi mejor amiga, o más bien la única.

──¿Se encuentra mejor después de escribirle? ──preguntó desde su tocador, mientras se cepillaba el pelo.

Yo me senté a los pies de su cama.

──Un poco. Estoy... creo que aliviado de saber que ahora tiene todos los motivos ──respondí de espaldas a ella──. Pero sigue doliendo.

Ella terminó de arreglarse para acompañarme en la cama, sentándose a mi lado.

──Lo sé, apenas se percibe su aroma, mi señor.

Intenté buscar a mi lobo, pero él estaba quieto y casi imperceptible en un rincón de mí.

Entonces ella sujetó mi mano como lo habría hecho una hermana, como lo que ella era para mí. Echaba de menos la sensación de tener una familia, a Jimin, mi manada.

──No tengo herederos Jieun ──dije de pronto──. Si no consigo...

──No diga esas cosas, majestad ──me reprochó ella. Pude ver el miedo en sus ojos, pánico a perderme──. ¿Le ha explicado en la carta que su lobo se muere?

──No.

Hice una pausa para respirar hondo. Últimamente me faltaba el aire, o mejor dicho, no veía motivos para respirar donde Jimin no estaba.

──Quiero que vuelva por voluntad propia, no por lástima a mí o algún tipo de deber ──susurré débil──. Cuando amas a alguien, debes hacerlo libremente. Si él es libre y feliz así, yo lo amaré de este modo hasta mi último aliento.

Jieun se secó una lágrima disimuladamente, después se abalanzó sobre mí para abrazarme. Pensar en haberla dejado sola, allí fuera, me ponía enfermo. No podía soltar tan fácilmente a mis concubinos.

──Una batalla no pudo con usted, no deje que el amor lo derroque.

La abracé. Pero no pude hacerlo con cariño, parecía un maniquí sin vida, solamente intenté que dejase de llorar pero todo mi amor y mis brazos le pertenecían a Jimin.

──El amor es el arma más letal que tenemos, Jieun.

──El amor es el arma más letal que tenemos, Jieun

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❝ Matar al dragón 𝄄 𝒀𝑶𝑶𝑵𝑴𝑰𝑵 ❞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora