༺ treinta y cinco ༻

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De lejos pude oler el característico aroma de aquel pequeño hogar, en su mayoría lleno de hierbas y plantas cuyos nombres a veces desconocía

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De lejos pude oler el característico aroma de aquel pequeño hogar, en su mayoría lleno de hierbas y plantas cuyos nombres a veces desconocía. Había pisado esa tierra otras veces, me dije a mí mismo, pero nunca para un propósito tan simple y egoísta; debí admitirlo.

Para cuando la anciana me dejó pasar, yo ya me había ruborizado al pensar en cómo podría pedirle algo como eso. Ella pareció percatarse de mi incomodidad ya que no sonrió en ningún momento. Me senté en silencio junto a la chimenea, a la derecha del caldero hirviendo que creaba ese olor tan peculiar y perceptible a kilómetros. Fue ella quien tomó la palabra.

──¿Qué es eso que te atormenta?

Sentí extraño que su voz gastada por la edad me hiciera una pregunta así. El resto de ocasiones que había dejado verme ante ella había adivinado mis motivos. O quizá lo supiera y quería una confirmación.

──Es un deseo egoísta que quiero cumplir, solamente una de sus creaciones podría ayudarme. A cambio he traído oro.

Era la primera vez que le pagaba tanto, hasta sus ojos se iluminaron.

──Deja el oro a un lado y cuéntame, hijo.

Me hizo gracia que todo el mundo supiera mi estatus pero ella decidiera seguir tratándome de la misma forma, era casi entrañable. Por un momento deseé haberla podido conocer más cuando tenía tiempo para dedicarme a ello. Seguro que amontonaba miles de historias sobre su juventud.

──Deseo ayudar a mi alfa en su celo──. Las palabras brotaron de mi boca de golpe, como si las estuviese conteniendo con fuerza. Quizá porque no lo había reconocido en voz alta hasta ese momento.

La bruja asintió lentamente, asimilando mis palabras.

──¿Y cuál es el problema, joven?, su majestad alberga un palacio con puertas a montones y habitaciones a pares. Además podría convocar una boda a su antojo y cambiar tu apellido en una milésima de segundo. ¿Me equivoco?

Negué.

──No quiero que hayan rumores, ni posibles evidencias antes del matrimonio. Si él no llegase a controlar sus impulsos...

──Ahí está el problema entonces. No quieres evidencias... Pero tampoco apresurarte. ¿me equivoco?

La anciana removió el espeso líquido de la chimenea y por algún motivo eso le hizo parecer más misteriosa.
Tenía razón. Si hacía esto era por no adelantar la boda, porque quería más tiempo. Quería que fuera bonito, no una excusa.

──Como ya dije hace mucho, la genética y la naturaleza de los seres no se puede cambiar, si algo ha de ocurrir; ocurrirá sin frenos. Los alfas son seres inestables, no puedo asegurar que vaya contra su instinto, pero puedo prevenir o deshacer los frutos de este.

Así que podía evitar un cachorro, pero no la marca. Genial.

──Haga todo lo posible, por favor.

──Haga todo lo posible, por favor

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⏰ Última actualización: Jul 19 ⏰

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