Lluvia

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Pequeña historia desarrollada en un universo donde Lan QiRen comprometió a Lan Zhan con Su She quién es un conde muy temido. Wei WuXian tiene un amorío con el chico sin saber de su compromiso. La narración comienza cuando se entera de la verdad.














































Wei WuXian estaba de espaldas cuando el doncel entró en la cueva. Lan Wangji avanzó en silencio y lo abrazó por la espalda esperando sentir las manos de su amado encontrar las suyas para entrelazar los dedos pero eso no sucedió, el hombre estaba tenso cómo la cuerda de un arco.

– ¿Wei Ying?

Preguntó el doncel rompiendo el contacto.
El hombre se dió la vuelta para verlo con una máscara de frialdad e indiferencia.

– ¿Hasta cuándo planeabas burlarte de mí?

Preguntó con tanto odio que al chico de blanco se le congeló la sangre.

– ¿De qué habla Wei Ying?

Preguntó sin saber la causa de que el hombre tan alegre y risueño estuviera tan serio.

– ¿Finges ignorancia? Nunca creí que fueras ese tipo de persona. Lan Wangji.

Lan Zhan se había despegado un par de pasos del hombre y sentía un nudo en la garganta.

– ¿Wei Ying...?

No conseguía entender de qué estaba hablando.

– ¿Cuándo pensabas decirme que estás comprometido? — Lan Wangji sintió un escalofrío recorrer su cuerpo — ¿Cuándo pensabas decirme que te casarás con el imbécil del conde Su? ¿Querías esperar a la noche de bodas para informarme?

Wei WuXian tenía los ojos rojos en dónde debería haber un color blanco.

– ¿No planeas decir nada? ¿Acaso no merezco una explicación? ¿Alguna vez sentiste algo por mí? ¿O sólo fuí tu estúpido juego antes de perder tu libertad?

Lan Wangji tragó el nudo que tenía en la garganta

– ¡Habla!

Gritó Wei WuXian haciéndolo brincar por lo inesperado de la acción.

Lan Wangji podía ver todo perdido. ¿Qué sentido tenía explicarle las cosas?
Pero... Wei WuXian se merecía que fuera honesto con él.

– Tío QiRen me comprometió con el conde desde que éramos niños. Yo siempre he despreciado al hombre por su horrible carácter pero no había modo de romper el compromiso, muchos caballeros se han interesado en mí pero todos temen a mi prometido. Sin embargo cuando te ví discutir con él en un par de ocasiones encontré tal vez al único que no sentía miedo. Quería estar cerca tuyo para saber el motivo de tal valentía y en el proceso terminé perdidamente enamorado. Creí que si tú... Creí que si podía hacer que me amaras al menos la mitad de lo que yo te amo antes de decirte la verdad, podrías considerar enfrentarte al conde por mí.  — Lan Wangji elevó el rostro lo suficiente pero viendo al suelo, sus mejillas estaban húmedas y la luz del fuego se reflejó en los rastros de lágrimas cuando hizo un arco frente al hombre. — Pido las más sinceras disculpas por haberle mentido, nunca fué mi intención lastimarlo o jugar con usted. No tiene que preocuparse más por nada relacionado a mi persona, me mantendré alejado. Le deseo una vida feliz.

El chico de blanco se dió la vuelta y salió de la cueva lo más rápido que sus pies le permitieron sin parecer que escapaba. Cuando llegó al camino en cambio comenzó a correr.

Había sido un iluso al creer que alguien lo amaría lo suficiente para luchar por él. Que alguien lo consideraría digno de ser merecedor de afectos.

– ¡Lan Zhan!

Al escuchar esa voz aumentó la velocidad, un sollozo se escapó y trató de respirar en medio de hipidos.

_ ¡Lan Zhan! ¡Detente!

La lluvia le dificultaba correr pues el fango hacía sus pisadas inestables. El doncel levantó sus túnicas para hacerle más fácil el trabajo y siguió sin detenerse.

Una mano se cerró en su brazo en el momento justo en que derrapaba perdiendo el equilibrio.
Wei WuXian fué lo suficientemente fuerte y rápido para darle la vuelta y sostenerlo llevándose el golpe al suelo él y quedando el chico encima de su pecho.

Lan Wangji trató de no caer con todo su peso encima del hombre, extendió la mano encima de él y se raspó con fuerza en la gravilla del suelo.

– Lan Zhan, por favor mírame

No había sido consciente de que el hombre buscaba sus ojos y él tenía la vista fija en su ropa, incapaz de moverse.

– Siento haber ocultado la verdad...

– Perdóname, Lan Zhan por favor perdóname

Lan Wangji al fin lo vió.

Wei WuXian se veía tan mortificado, con las cejas fruncidas, los ojos rojos e hinchados, la lluvia llevándose sus lágrimas y su expresión dolorida.

– Nunca debí hablarte de ese modo ni levantarte la voz. Te ruego me disculpes.

Lan Wangji se puso de pie rápidamente y se alejó un par de pasos. Wei WuXian no se levantó en su totalidad. Quedó de rodillas en el camino al frente del doncel.

– Lan Zhan, no me tengas miedo, por lo que más quieras, no me temas. No tú.

Lan Wangji no tenía miedo.
Él se acercó y tomó su brazo tratando de levantarlo.

– Usted no me aterra

Respondió queriendo que se levantara.
Wei WuXian tomó sus muñecas.

– Lan Zhan, perdóname

Lan Wangji asintió

– No hay problema

Respondió y el hombre por fin se puso de pie.
Lan Wangji quería irse.

– Será mejor que me retire

Dijo queriendo esfumarse

– Lan Zhan, Te amo.

Su cabeza se elevó de forma tan repentina cómo lo dicho por el hombre. Wei WuXian siguió.

– Cuando Jiang Cheng llegó y me dijo todo lo que habías estado ocultando insinuando que no signifiqué nada para tí, me partió el corazón. Aún así no debí acusarte de nada sin antes escucharte. Prometo no volver a desconfiar de tí nunca en la vida, pero por favor no me dejes, no te alejes, no lo soportaría. Prefiero morir antes de pasar un día sin tu hermosa compañía.

Ambos estaban llorando pero en ese punto del diluvio sus lágrimas se mezclaban con las gotas de lluvia.

– Wei Ying... ¿Me ama?

Preguntó aún sin poder creerlo

– Más que a mí propia vida. Más que a nadie en la tierra. Te amo. Y estoy dispuesto a luchar contra todas las calamidades del mundo si el premio es un sólo beso tuyo. Lan Wangji... — el hombre se arrodilló en el barro — Por favor acéptame cómo tu compañero de vida, hazme ese honor y prometo que no habrá un sólo instante en que te arrepientas de tu decisión.

Wei WuXian esperó por segundos que se le hicieron una eterna tortura.

– ¿Ni un instante?

Preguntó ilusionado

– Ni uno sólo. Te haré feliz todos los días

Respondió Wei WuXian decidido a cumplir esa promesa.

– Todos los días son todos los días

Dijo y asintió sonriendo.

Wei WuXian se levantó y lo tomó en brazos con fuerza. Por un minuto creyó que lo perdía y sólo eso bastó para saber que le importaba una mierda si el chico lo engañaba y le mentía mil veces. Él no sería capaz de dejarlo ir.





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