Calamidad

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Wen Qing estaba sentada en el suelo de la obscura y húmeda celda cuando escuchó ruidos de pisadas. Levantó la vista para encontrarse con alguien que nunca creyó.

– HanGuang—Jun... — La espada blanca se alzó — ¡No!

La cerradura se rompió con el golpe y el metal de la celda fué destrozado.
Wen Qing se le quedó viendo estupefacta por unos instantes y después se puso de pie.

– De prisa, debemos sacar a su hermano

Ella no tenía ya valor para resistirse y mantener su palabra, el correcto e imponente Lan Wangji la había liberado y buscaba hacer lo mismo con su hermano.

Pero...

Ese cultivador lucía muy diferente al hombre que había visto un par de veces en su vida. Sus túnica ya no tenían el mismo diseño, se veían viejas, desgastadas, quemadas en algunas partes y bastante sucias.

Lan Wangji arrojó un talismán a la pared del fondo y llamas enormes se alzaron.

– Los Jin prometieron...

Comenzó a decir de camino a la salida siguiendo al hombre serio.

– Eso no importa, ellos no cumplirán su palabra

La cortó el cultivador y ella le creyó por la simple razón de que Wei WuXian les había hablado muchas veces de Lan Wangji, si él decía algo, tenía las bases bien cimentadas para hacerlo.

– HanGuang–Jun, usted parece saber muy bien a dónde se dirige

Dijo ella tomando pasadizos muy retorcidos y siguiendo la espalda del hombre hasta que llegaron a un espacio cuatro veces más grande que la celda dónde la habían puesto a ella.

Su hermano estaba colgado, cómo un cadáver se balanceaba de un lado a otro, su cuello envuelto con un poderoso grillete. Si Wen Ning aún necesitara respirar, se habría muerto hace bastante rato, pero era un cadáver feroz.

La espada de Lan Wangji atravesó el sello y el metal, los dos entraron a la celda, Bichen atravesó el espacio, cortó el metal de las cadenas que sujetaban al chico haciendo que el cuerpo cayera.
Wen Qing buscó la razón de que su hermano estuviera inconsciente y la encontró en un par de clavos en su cráneo que hacían dormir a su consciencia. Le extrajo el metal y el chico despertó.

– Shijie...? Estamos... Muertos?

Ella negó y lo ayudó a ponerse de pie, ambos vieron al intachable HanGuang-Jun pegar talismanes al fondo de la celda.

– Al parecer el maestro Lan tiene otros planes para nosotros que no implican una muerte inminente.

Lan Wangji salió y ellos lo siguieron, la celda a sus espaldas estalló arrojando rocas en dirección a un pasillo que fué bloqueado. Ellos en lugar de salir por la puerta principal de los calabozos lo hicieron por la trasera.

– ¿Regresamos a los Túmulos Funerarios?

Preguntó Wen Qing recibiendo una afirmación por parte de Lan Wangji.

– ¿H-Haremos despertar a maestro Wei?

Habló el tímido Wen Ning recibiendo una negación del cultivador.

– ¿Porqué no? — preguntó la doctora — Si estamos volviendo, no tiene sentido mantenerlo así

Ella le había puesto una aguja y lo había dejado inmóvil esa misma mañana.

– Necesito que le transfiera mi núcleo a Wei Ying

Wen Qing y Wen Ning se detuvieron momentáneamente pues nadie sabía eso. Era un secreto muy bien guardado. Lan Wangji frenó y los encaró.

Amor inmortalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora