Amor inmortal

El karma vuelve de la guerra

Los Omegas herederos del clan Gusu tenían un enorme secreto

Ellos no asistían a los bailes de cortejo ni a ninguna otra cosa que tuviese involucrados Alfas en el asunto.

Ellos estaban comprometidos con dos valientes y apuestos Alfas que habían ido a la guerra. Les habían jurado su amor eterno y los esperarían a su regreso para casarse.

Fué gracias a esa inmensa mentira que pudieron evitar los sitios llenos de Omegas y Alfas despidiendo feromonas de apareamiento.

Para Lan XiChen era manejable quizá, un poco agobiante pero hubiese podido sobrellevarlo.

Para Lan Wangji no era tan fácil.

Desde pequeño había sido bastante retraído con todos menos su hermano y su madre. Al crecer eso sólo aumentó al punto que cuando se dió a conocer que ya estaba prometido a alguien, los demás Alfas festejaron en voz alta por no tener que estar soportando al Omega/estatua en los bailes de cortejo.

Los hermanos Lan fueron apoyados por su tío Lan QiRen quien sirvió de escudo en contra de los ancianos del clan que querían casarlos con cualquier Alfa para asegurar la continuidad de la línea de sangre.

Ellos prometieron que si la guerra terminaba y sus enamorados no regresaban de ella...

Entonces se casarían y les darían los nietos que sus padres tanto querían pero no antes.

¿Cómo lograron sostener la farsa?

Con cartas

Ellos tomaron los nombres de dos muertos que había en las tablillas de un templo pagano y les pusieron rostro, les dieron cualidades y escribieron cartas cada semana sin falta.

Lan QiRen incluso les construyó casas propias para cuando sus Alfas volvieran, ellos ya estuvieran en una residencia particular para que formaran su propia familia.

Qué mentira

Lan Wangji rezaba diariamente por el descanso eterno de Wei WuXian y le pedía que lo perdonara por tanta farsa.

Ellos en verdad volvieron las cartas sus diarios personales para desahogar todas sus alegrías y frustraciones. Les contaron a sus prometidos muchas cosas personales y sobre su familia.

Pero el tiempo estaba por agotarse

La guerra casi había llegado a su fin y los soldados estaban volviendo a casa.

Necesitaban un plan para escaparse si no querían ser unidos a dos desconocidos feos y ególatras y obligados a tener hijos no deseados.

Acordaron desaparecer al siguiente día, por la madrugada mientras todos dormían. Tomarían sus cosas, un par de caballos del clan y se irían a vivir a las montañas por el resto de su tranquila y ermitaña vida.

Sencillo

Estaban comiendo con sus padres y su tío, una última vez antes de desaparecer. Se habían despedido en sus cartas, la semana pasada les dijeron a sus Alfas que se irían a vivir lejos para escapar de toda esa vida de obligaciones y ese era el plan.

Hasta que entraron varios sirvientes corriendo anunciando con euforia a sus amos que tenían visitas.

Se les ordenó hacer pasar a los visitantes

Y ahí estaban

Dos Alfas increíblemente musculosos, condecorados y hermosos.

Dejaron a los hermanos Lan sin aliento