Amor inmortal

Eligiendo mami

A-Yuan tenía una importante tarea;

"Conseguir una mami"

Él quería una mami, todos sus compañeritos tenían una mami y él quería la suya.

Su A-Die le había prometido, (después de cien rabietas consecutivas) que le daría una mami para que se encargara de A-Yuan.

Pero cuando su papá comenzó a presentarle a diversas Omegas de la manada, los olores de esas mujeres fueron tan horribles que lo único que pudo hacer fué llorar y alejarse de ellas.

A-Yuan aún seguía queriendo una mami y su papá dió la idea de que fuese el pequeño quien escogiera a su mami.

Por eso era que A-Yuan estaba en ese momento en una fiesta para conseguir una mami. Según su tía Qing, su papá había organizado una fiesta con todas las manadas para que él pudiera elegir la mami que fuese agradable.

El problema era que A-Yuan ya había dado varias vueltas, todos los olores de las mujeres y hombres que estaban ahí le hacían lagrimear los ojitos y sus voces chillonas lo asustaban.

A-Yuan estaba harto de escucharles y mejor optó por meterse debajo de una de las mesas de buffet y gatear por la orilla hasta que vió la salida de la carpa que habían instalado en un campo de golf.

Estaba caminando por el césped cuando se atravesó en su camino una mariposa color blanco tan hermosa cómo enorme.

A-Yuan se carcajeó y la siguió, quería atraparla pero era escurridiza y se escapaba de sus pequeñas manitas. La persiguió hasta que tropezó con una raíz, fué cuando se dió cuenta que estaba en mitad del bosque.

La mariposa desapareció y A-Yuan llamó a su papá, a su tía Qing y a su tío Ning, pero no vino nadie. Comenzó a llorar hasta que su naricita captó un olor que lo tranquilizó.

A-Yuan se puso de pie y sacudió sus pantalones, caminó con lentitud evitando los árboles y las raíces, siguiendo ese aroma a galletas recién horneadas y cacao.

Escuchó algunos golpes y se escondió detrás de los árboles hasta que la curiosidad le ganó y se asomó.

Un hombre estaba partiendo leña, tenía una camisa blanca y cabello largo recogido en un moño, una cinta en su frente con las puntas cayendo por su espalda.

"Mamá"

El lobito dentro de A-Yuan a veces hablaba con él y le estaba diciendo que al fin habían encontrado a su mami.

El pequeño salió de entre los árboles y se acercó lloriqueando un poco.

El leñador detuvo el hacha en el aire sobre su cabeza y volteó a ver qué era lo que hacía ruido.

Bajó con lentitud su herramienta al notar que era un niño pequeño, de aproximadamente unos 4 años a juzgar por su tamaño,

El lobo adulto se agachó hasta estar a la altura del niño y lo examinó con atención.

Se veía que ya tenía un buen rato llorando a juzgar por su nariz roja y los ojos acuosos. Su ropa estaba un poco sucia, con algunas manchas de polvo y hojas secas.

– Mami...

¿El niño había perdido de vista a su madre? ¿No estaba muy dentro del bosque cómo para ser un simple extravío? ¿Lo había abandonado su madre?

– ¿Estás perdido, cachorro?

Preguntó Lan Wangji con su característica voz calmada y suave, cómo una caricia fresca.