Capítulo 1 - Confesiones e ideas crueles.

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—Me gustas mucho, Minho-hyung.

Taemin cerró los ojos con fuerza, esperando la respuesta del mayor que lo miraba sin ningún tipo de expresión.

Ese día el pequeño Taemin se había decidido por fin confesarle sus sentimientos a Choi Minho, el delincuente de la escuela, según la mayoría del alumnado, se corrían rumores terribles sobre él, pero eso no le importaba a Taemin, en serio le gustaba mucho.

Minho rió.

—Esto era lo último que me faltaba...

Taemin abrió los ojos sintiendo como sus mejillas comenzaban a arderle, se estaba sonrojando, cosa que odiaba.

—Debes estar bromeando —dijo Minho pasándose una mano por sus lacios y oscuros cabellos castaños mientras inspiraba con fuerza—. Mira, tengo problemas con un odioso profesor que me exige que haga tareas que no entiendo. No estoy de humor para estas estupide...

Y, entonces, lo pensó mejor.

Minho tenía problemas con dos materias, ciencias y matemáticas, Taemin, era el segundo mejor alumno de toda la escuela... tenía la solución frente a él.

Se acercó un poco más a Taemin, quien había bajado la cabeza, le tomó del mentón y lo obligó a mirarlo.

—Minho-hyung...

—Lo siento, fui muy grosero al hablarte así —dijo Minho inclinándose un poco sobre el menor—. Es que, hoy no tuve un buen día.

Minho sonrió, le pasó un mechón de cabello por detrás de la oreja, Taemin lo miró directamente a los ojos aún con las mejillas sonrojadas, su rostro era adorable, tenía lindos ojos, sus labios eran carnosos y su blanca piel contrastaba con sus cabellos negros.

Minho tenía que admitir que Taemin no era para nada feo.

—Mira, Taemin. Intentaremos algo, ¿de acuerdo?

La cercanía y las palabras de Minho hicieron que el corazón de Taemin se acelerara, el mayor era aún más guapo de cerca, y sus ojos eran los más grandes que había visto, eran bellísimos.

—Sí, Minho —dijo Taemin asintiendo emocionado, estaba feliz.

—Nos conoceremos y veremos hasta dónde llega esto... ¿está bien?

—¡Claro que sí!

Minho vio la hora en su teléfono, tenía que apresurarse o no llegaría a tiempo con sus amigos, irían a jugar videojuegos en su departamento.

—Taemin-ah —el pequeño le miró atento—, antes de marcharme... ¿podrías hacerme un pequeño favor?

—¿De qué se trata?

—Ahora sabrás...

Minho le dio unas palmaditas en la cabeza antes de quitarse la mochila y sacar un folder donde tenía las tareas de matemáticas, se las extendió a Taemin, quien lo tomó confundido.

—Tae, esa es mi tarea de matemáticas, hoy tengo que... ayudar a mi mamá con algo muy importante... ¿podrías hacerla por mí? —dijo Minho mientras se ponía nuevamente la mochila al hombro.

—Yo...

—Si no quieres... —Minho se dispuso a tomar el folder, pero Taemin negó con la cabeza.

—No te preocupes, lo haré.

—Perfecto, la necesito para mañana después de recreo. Esfuérzate, Taeminnie.

Taemin sonrió para sí mismo abrazando el folder contra su delgado cuerpo, Minho se mordió el labio satisfecho antes de plantarle un beso en la frente.

Quédate a mi ladoWhere stories live. Discover now