Sonó la campana.
—Pueden retirarse —dijo el profesor, haciendo que todos en el salón se pusieran de pie—. Nos vemos nuevamente después del receso. Recuerden que hoy les daré los ejercicios a los alumnos con bajas calificaciones.
Minho resopló.
Toda la noche se la había pasado pensando en Taemin y en una excusa para justificar su actitud al hablarle como lo hizo, necesitaba disculparse para que el pelinegro resolviera esa tarea que le salvaría de un lío con su mamá.
Echó la cabeza hacia atrás y se quedó mirando el techo.
—¿Ya iras a disculparte con Taemin? —preguntó Jinki, parado a su lado con los brazos cruzados.
—Déjame en paz —dijo Minho, cerrando los ojos—. Estoy pensando.
Jinki se encogió de hombros y dio dos pasos más allá hasta donde se encontraba el pupitre de Jonghyun.
—¿Vamos por algo de comer, Jjong?
Jonghyun con la mirada perdida, tenía el codo apoyado en la mesa con su mejilla contra la palma de su mano.
—Hey, Jonghyun.
El rubio suspiró.
La pequeña Roo había enfermado anoche, tenía vómitos y estaba muy decaída, Jonghyun estaba preocupado. Su mamá la llevaría al veterinario para saber lo que padecía, y aunque, su perrita estaba en buenas manos, no podía dejar de sentirse inquieto.
Ya quería que se acaben las clases para así poder regresar rápidamente a casa y ver a Roo.
Jinki chasqueó los dedos frente al rostro de Jonghyun, quien parpadeó mucho antes de mirarlo.
—¿Qué sucede? —dijo Jonghyun pasándose la lengua por los labios.
—¿Estás bien? —preguntó Jinki ladeando la cabeza.
—Sí, solo pienso en lo que te conté mientras veníamos, sobre Roo —respondió Jonghyun desviando la mirada.
—Oh, ya entiendo...
—Estoy algo preocupado, es todo.
Jinki extendió su brazo y le dio a Jonghyun unas palmaditas en el hombro.
—Tranquilo, todo estará bien, no pienses en eso —dijo Jinki dedicándole una gran sonrisa al rubio—. ¿Qué te parece si vamos por algo de comer? Yo invito.
Jonghyun sonrió y se puso de pie.
—Está bien.
Minho suspiró.
Antes de mostrarle su verdadera personalidad a Taemin sabía que le creería cualquier cosa que le dijera, pero ahora ya no estaba seguro.
—Minho, ¿vienes? —dijo Jonghyun mirándolo sobre el hombro.
—No, estoy bien así —respondió Minho sacando su celular de su bolsillo.
—Bueno.
Jonghyun y Jinki se dispusieron a retirarse, caminaron uno junto al otro hasta la puerta mientras conversaban.
Minho se recostó en su pupitre y su estómago gruñó.
No había desayunado bien y solo había tomado un poco del jugo que quedaba en la refrigeradora, además ya no tenía nada del dinero que su mamá le dejó para que se comprara comida, pues lo desperdició en cervezas y cuánta cosa se le ocurrió comprarse.
No podía pensar con el estómago vacío, se puso de pie.
En la escuela les daban comida gratis a todos los estudiantes, pero la mayoría pasaba y mejor compraban algo de las máquinas expendedoras o traían sus almuerzos.
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Quédate a mi lado
FanficLee Taemin, un chico que es considerado uno de los mejores estudiantes de su escuela, se le confiesa a Choi Minho, un chico que es todo lo contrario y del cual hay muchos rumores negativos. Al principio, Minho piensa en rechazarlo, pero lo reconside...