Capítulo 8 - Una pequeña travesura (parte 1).

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Era domingo.

Taemin aún no le había dicho a Taesun que había una fiesta a la cual le habían invitado y a la cual deseaba mucho ir.

Hacía unos dos días, mientras caminaba con Jinki hacia la estación del tren, y conversaban un poco, salió el tema de la fiesta de Yoona. Taemin, quien estaba distraído por lo sucedido con Kai unos minutos antes, recién le prestó atención a Jinki cuando nombró a Minho, diciendo que este iría también. Entonces, Taemin le contó que Yoona lo había invitado, pero que no estaba seguro de ir por ciertos motivos. Jinki al principio se sorprendió por ello, pero segundos después sonrió y comenzó a animarlo para que fuera.

Taemin acostado sobre su cama, tenía la mirada clavada en el techo.

—Vamos, Taemin. Solo es cuestión de ir a la habitación de Taesun-hyung, pedirle permiso y... —dijo Taemin mordiéndose el labio.

Suspiró.

No era tan fácil como parecía, su hermano mayor era muy sobreprotector y si le decía que era una fiesta de último año seguramente se negaría. Quería decirle, pero temía que le diera un "no" como respuesta.

Taemin se puso de pie y caminó de un lado a otro en su habitación.

—Tengo que decirle... —murmuró Taemin moviendo las manos como si hablase con alguien más— será difícil, pero si no lo intento no sabré si...

La puerta se abrió.

—¿Taemin?

Taemin se detuvo y giró la cabeza hacia la puerta.

—¿Taesun?

—¿Qué haces? ¿Con quién hablas? —preguntó Taesun entrando en la habitación.

—Oh, con nadie —respondió Taemin sonriendo avergonzado.

Taesun rió.

—Entiendo. Bueno, vine para avisarte que saldré.

—¿Ahora? ¿Con tus amigos?

—No, iré a cenar con Bummie.

Taemin lo miró de pies a cabeza y frunció el ceño.

Taesun vestía unos vaqueros azules de corte recto, una polera negra y unas zapatillas Converse blancas.

Realmente no se había esforzado mucho, no habría adivinado nunca que saldría con Key.

Le parecía extraño, Taesun se esmeraba mucho por su apariencia si se trataba de Key, pero desde hacía un tiempo eso había cambiado, ahora que lo pensaba con detenimiento.

—¿Quieres que te traiga algo?

—¿Eh? No, gracias —dijo Taemin mordiéndose el labio.

—Bien, me voy.

Taesun se dio media vuelta y Taemin recordó lo que tenía que preguntarle.

El destino había hecho que Taesun viniera a él, no podía desperdiciar esa oportunidad.

—Oye, Taesun. Quería preguntarte algo.

Taesun lo miró sobre su hombro.

—¿Sí? ¿Qué sucede?

Taemin se quedó mirándolo por unos segundos, ordenando en su mente lo que le diría.

—Taemin-ah, te escucho. Habla de una vez porque me hago tarde.

—Yo quería saber... —dijo Taemin apretando los labios.

—¿Qué?

—Eh... ¿a qué hora volverás?

Quédate a mi ladoDove le storie prendono vita. Scoprilo ora