Taemin sonrió ampliamente y sus ojos se iluminaron.
—¡Lo hiciste, Minho-hyung!
Taemin levantó los brazos, emocionado.
Minho que estaba mirándolo mientras revisaba los ejercicios que había hecho, abrió mucho los ojos.
—¿Qué?
Minho tomó el cuadernillo.
—Pudiste resolver esos ejercicios solo —respondió Taemin asintiendo—. Estás mejorando.
—¿En serio?
Minho sin darse cuenta, sonrió.
Taemin suspiró, se sentía muy orgulloso de Minho, no pensaba que la condición que le había propuesto funcionaría, ahora se daba cuenta de que sí. Desde aquel día, Minho prestaba atención, a regañadientes, pero lo hacía.
—No puedo creerlo...
—Eres muy inteligente —dijo Taemin sonriéndole—. Solo necesitas prestar atención y ya.
Minho se quedó mirando la hoja entre sus manos, maravillado.
Taemin tomó su teléfono, que se encontraba sobre el escritorio y se fijó en la hora, ya debía marcharse.
—Bueno, ya es hora de que me retire —dijo Taemin tomando sus cosas del escritorio.
Minho rió.
No podía creerlo, había resuelto diez ejercicios de matemáticas solo.
—Cuando mi mamá regrese del supermercado, se lo mostraré...
—Sí, hazlo —dijo Taemin sonriendo—. Ella estará muy feliz y orgullosa, al igual que yo lo estoy en estos momentos.
Minho lo miró.
—Eh... —dijo Minho poniéndose de pie y dejando la hoja en el escritorio— bueno, jugaré un poco en la consola, me lo merezco.
Taemin asintió.
Minho caminó hasta el pie de su cama y se sentó en el suelo, tomó el control de la consola y después la encendió.
El pelinegro suspiró mientras metía sus pertenencias dentro de su mochila. Había sido un buen día, ahora esperaba llegar a casa y tomar un breve descanso antes de avanzar con sus propias tareas.
—Listo —dijo Taemin cerrando su mochila—. Minho-hyung, ya me voy.
Taemin se puso la mochila sobre los hombros y se giró.
Minho asintió sin mirarlo, pues toda su atención estaba en la pantalla.
—Nos vemos el lunes —dijo Taemin acercándose—. ¿Sabes? Creo que a este paso terminaremos pronto con todos los ejercicios.
Minho frunció el ceño, concentrado.
—Sí, que bueno...
Taemin se paró a su lado y se cruzó de brazos.
—Qué lástima que no haya podido ver a tu mamá.
—Se fue a entregar un pastel y bocadillos para una fiesta —respondió Minho presionando con rapidez los botones del mando.
—Ah, es verdad —dijo Taemin dándose una palmadita en la frente—. Lo había olvidado, ella me dijo que vende pasteles y bocadillos por internet...
—Sí, regresará más tarde —dijo Minho apretando los dientes.
—Cuando regrese le dices que la saludé, ¿sí?
KAMU SEDANG MEMBACA
Quédate a mi lado
Fiksi PenggemarLee Taemin, un chico que es considerado uno de los mejores estudiantes de su escuela, se le confiesa a Choi Minho, un chico que es todo lo contrario y del cual hay muchos rumores negativos. Al principio, Minho piensa en rechazarlo, pero lo reconside...