Sin vuelta atrás

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Capítulo Veintisiete

Sin vuelta atrás

Maca

¡De nuevo estai con ella Macarena! - grita desde afuera y da golpes en la puerta. Completamente fuera de sí.

Rubí escóndete en el baño por favor. Perdóname por esto mi amor - le hablo mirándola a los ojos y siento tanta pena de vivir esto de esta forma.

Tranquila 'ute, que yo entiendo pue - me besa y se mete al baño a vestirse, no puedo dejar de mirar su cuerpo desnudo cerrando la puerta. Me muerdo el labio de solo pensar que todo ese ser me ama.

Abro la puerta para que deje de gritar. Entra, no, empuja la puerta para buscar a Rubí. Cierro todo y la tomo por el brazo. 

¡Controlate por favor! - le digo en voz baja.

¿Te la tiraste Maca? Dime po', ¿Te la tiraste de nuevo? - habla con más rabia que dolor y creo entender que ella no me ama. Sólo quiere ganar, no sé, hace mucho tiempo siento que ella no me ama. Debe ser que siento como me ama Rubí y eso deja todo lo demás pequeño. 

Jaci por favor, escuchame - hago una pausa - Yo trato Jaci, lo hago. Pero la amo - le ruego que se calme con los gestos de mi cara y manos. 

La quiero ver Maca, ¿Dónde está? ¡¿Dónde está esa huasa de mierda?! - me pregunta y escucho la puerta. Cierro los ojos porque es Rubí, lo sé.

Aquí estoy pue ¿Qué quiere conmigo oiga? Dígamelo a la cara - Le dice desafiante y hermosa como nunca. 

Huasa loca, ¡Estai embarazada, casada y tirandote a mi mujer! - se va sobre ella pero Rubí le toma las manos y Jaci queda inmóvil. 

Toito lo que dice es verdad ¿sabe? Soy huasa, bruta, casá y embarazá. Pero esa mujer es mi mujer y yo soy de ella - le dice desafiante mirándola a los ojos. 

Cuéntale a tu marido entonces, ¿No te creí' tan chora? - replica Jaci

Eso no es cuento suyo oiga, no se meta donde no la llaman - responde Rubí.

Tu te metiste huasa loca - le suelta las manos.

Yo no me metí oiga. Yo me enamoré de ella y ella se enamoró de mi pue, así si que córtela de leseras y de hacer alaraco por todo.  

A ver ¿Podemos parar? - digo algo para calmar la discusión que cada vez las tiene más cerca.

Mira Maca, tú no me hables. Me la vas a pagar, es todo lo que te voy a decir. Escuchame una  cosa, nunca vas a poder ser feliz con esta mujer, ¡Jamás! - termina su sentencia y se va. No sé que pensar pero cierro la puerta, pongo la silla para trancarla y me dirijo a Rubí para abrazarla. 

Tenemos que arreglar este entuerto ahora mismo sabe - me dice acurrucada en mis brazos.

¿Y cómo lo vamos a hacer? - pregunto.

No se pue' oiga. No sé como lo vamos a hacer pero algo tenemos que hacer - me habla pegada a mí. 

No estás pensando contarle a Miguel ¿Cierto?

No pue', no sé, no sé que hacer oiga. Yo sé lo que quiero pero no sé lo que tengo que hacer, tengo la cabeza como papa oiga. - da vueltas en la habitación mientras me habla. 

¡Ven acá Rubí! - la tomo entre mis brazos nuevamente y siento como su cuerpo entra en tranquilidad. Pienso que tengo miedo, miedo de lo que vaya a pasar. Miedo a separarnos de nuevo. 

Rubí - me sitúo frente a ella con mis manos en su carita - prometeme una cosa.

¿Qué cosa?

Mujer de mi tierraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora