Eddie y Steve se habían quedado completamente solos en la tienda. El castaño todavía seguía sorprendido con el pelinegro. Nunca le habían regalado una cinta, y se sentía demasiado personal, incluso un poco romántico. Él sabía que la relación entre Eddie y él no era de amistad, desde el primer momento existía una tensión extraña entre ellos dos. ¿Acaso el mixtape significaba algo?
—Gracias por la cinta, realmente te lo agradezco —se acercó un poco más a su cara—. Admito que mis gustos musicales son un poco básicos.
—¡Por fin! Era hora de que el rey Harrington admitiera algo —respondió riendo.
—Ya terminó mi turno, ¿qué te parece si acomodo la tienda y vamos a escuchar la cinta juntos?
—E-eh sí —Eddie sintió pánico al pensar que tendría que ver la reacción del otro chico, había muy pocas probabilidades de que Steve no entendiera las letras, y eso lo asustaba. El destino (Robin y Nancy), lo estaba empujando a admitir sus sentimientos.
Steve barrió todos los pisos, acomodó algunos casettes en su lugar y trabó la puerta. Se acercó a Eddie y le indicó una puerta atrás del mostrador. La habitación era pequeña, tenía un sofá de terciopelo azul y un televisor reposaba en el piso. Allí era donde rebobinaban los VHS. El pelinegro se sentó en el sillón mientras el otro chico ponía la cinta en un reproductor.
Steve se sentó junto a él, la introducción de Paranoid de Black Sabbath sonando. Eddie no pudo evitar sonrojarse, sabía las canciones que había elegido y lo que significaban, la situación era mortificante. El castaño escuchaba la música, era el rock que asumía le gustaba al pelinegro, y no estaba tan mal.
—¡Esta canción me gusta! —gritó al final de la canción.
Su entusiasmo se disipó al escuchar las primeras notas de la canción que seguía, esta sí la conocía. "I Was Made For Lovin' You" de Kiss había sido una de sus canciones favoritas en la adolescencia, por lo que sabía la letra, y lo que significaba. Miró a Eddie de reojo, estaba sonrojado, hundido en el sillón. "¿Entonces esto sí significa algo?", no sabía como reaccionar ante la situación, no había terminado de analizar las sensaciones que le causaba el pelinegro. Estaba seguro que no le gustaban los chicos, nunca le habían llamado la atención, pero Eddie tenía algo que lo hacía enloquecer. Y Eddie era un chico.
Las canciones se seguían reproduciendo y cada vez se volvía peor, esa cinta era una maldita confesión de amor. Eddie era inteligente, no habría puesto un par de canciones románticas sin alguna razón detrás, ¿o sí?. Eddie trató de mantener su compostura mientras sonaban las últimas estrofas de "Nothing Else Matters", el mixtape había terminado.
Se miraron a los ojos tratando de disimular, ambos aterrados.
—No sé qué decir —habló el castaño—. Las canciones son muy bonitas.
—S-si, y-yo... —el pelinegro corrió su vista a sus manos, sin querer enfrentar el rechazo en los ojos de Steve.
—Eds, no tienes que decir nada.
Steve sintió su corazón acelerarse, sus manos transpiradas y su pierna ligeramente temblando. Finalmente lo hizo, tomó aire y se acercó a Eddie. Tomó su cara entre sus manos y unió sus labios. El pelinegro soltó un suspiro ahogado mientras correspondía el beso, sus labios, suaves y tersos, moviéndose junto a los suyos perfectamente. Eddie lo tomó de la cintura con fuerza, sentando al castaño sobre sus piernas. El beso era apasionado y caliente, como una tormenta de verano, era el paraíso.
Se separaron agitados, Steve todavía sentado en el regazo de Eddie, abrazando su cuello.
—Steve yo...¡Lo siento! —el pelinegro se paró abruptamente, empezando a deambular por la pequeña habitación— ¡No quería presionarte a hacer algo que no quisieras, dios probablemente debes odiarme ahora! Está bien si quieres olvidar todo esto y no verme nunca más —él no había iniciado el beso, pero sentía que era su culpa. Él era gay, no Steve, y ahora había arruinado todo.
—Munson —respondió cortante evitando su mirada—, hablamos mañana.
Sin decir nada más el chico pegó media vuelta y se fue. Dejando solo a Eddie en un mar de llanto. Conocía a Steve hace dos semanas, pero nunca había experimentado tanto dolor. Sentía su corazón romperse a pedazos con cada lágrima que caía. "¿Qué estabas esperando Eddie?, sigues siendo el mismo bicho raro de siempre"
N/A
Muchisimas gracias por las 1k vistas y por todos los comentarios que estuvieron dejando, no lo puedo creer! Este capítulo es un poco más corto, espero les guste.
ESTÁS LEYENDO
Wish You Were Sober - Ronance y Steddie
Fanfic"Después de una larga semana de trabajo Robin arrastra a Steve a una fiesta universitaria. Allí conocen a Nancy y Eddie. Una noche que podría cambiar sus vidas para siempre." AU Ronance y Steddie