Wish You Were Sober - Ronance y Steddie

la fiesta

Robin movía su pierna nerviosamente mientras esperaba a su mejor amigo en el porche de su casa. Tal vez ir a esa fiesta no era una buena idea. Después de que le insistiera todo el día, Steve decidió acompañar a su rubia amiga a su primera fiesta universitaria. La joven nunca había ido a una, todo fue emoción hasta que tuvo que elegir su vestimenta y se dio cuenta que no iba a encajar en ese ambiente.

Robin solo se sentía segura y cómoda con Steve, después de dos años de amistad, y dos puestos de trabajo más tarde, podía confirmar que su amistad era lo mejor que tenía, sin secretos y con mucho amor de ambas partes.

Steve estacionó su auto gritándole emocionado a su amiga:

—¡Robin!¡Rápido, vamos a llegar tarde! —la chica se apresuró con una mueca en su cara.

—Steve, esta fiesta es una mala idea, no sé comportarme en espacios con mucha gente ¡Soy ridícula!

—¡Vamos Rob! ¡Salgamos a buscar chicas! —la rubia lo miró con asco mientras reía.

Steve subió el estéreo del auto, empezando a cantar "Papa don't preach" de Madonna. Robin sonrió tratando de pensar en positivo mientras tarareaba al ritmo.

Media hora después llegaron a las afueras de Hawkins, a la famosa zona residencial, donde vivían todos los estudiantes universitarios. Steve estacionó unas cuadras antes de la dirección que Robin le había dado, todo estaba repleto de autos y personas caminando.

—¿Quién organiza esta fiesta? Definitivamente tiene que ser conocido, ¡todo está explotado! —preguntó mientras caminaban hacia la música.

—¿Sinceramente? No tengo idea.

Al llegar a la entrada, pudieron ver un pequeño departamento de dos pisos. El living estaba abarrotado de gente, bailando, tomando y gritando. Robin se sintió abrumada instantáneamente, pero se dejó llevar por la mano de Steve que la arrastraba hacia la barra.

Jonathan Byers, el hermano mayor de Will, uno de los niños de Steve, preparaba tragos junto a otro chico de pelo largo.

—Hola hermano, no esperaba encontrarte por acá —Steve y Jonathan se abrazaron fugazmente. Ambos pelearon por el amor de la chica más popular de Hawkins: Nancy Wheeler, pero luego de unos años quedaron como amigos.

—¡Steve! Este es mi gran amigo Argyle.

—¿Qué onda viejos?¿Qué podemos servirles? —Steve ordenó dos tragos con vodka y, después de saludar, caminó entre la gente para bailar con Robin.

Las canciones pasaban y los tragos se iban vaciando mientras los amigos se movían torpemente. La ansiedad de Robin se fue disipando gracias al alcohol y las bromas de Steve.

—Realmente me pregunto quién organizó semejante fiesta, no... —el chico se vio interrumpido por un brazo en su hombro.

—Así que el gran Steve Harrington está preguntando por mi —Steve escaneó al joven: tenía el pelo oscuro, largo y con ondas pronunciadas; vestía como un auténtico rockstar, con pantalones de jean rotos y una camiseta sin mangas de una banda que no conocía. Todo en él gritaba peligro, pero el "rey" de Hawkins quedó completamente perdido en sus ojos marrones. Sintió calor en todo su cuerpo, y tuvo que hacer un esfuerzo descomunal para no mirar demasiado, y volver a la conversación.—, soy Eddie Munson.

—Steve Harrington, aunque parece que ya me conoces. Ella es Robin Buckley —Eddie se inclinó hacia la rubia saludándola—. Así que el freak de Hawkins High ahora organiza fiestas...

—Así que sí sabes quien soy Harrington.

—Eres difícil de olvidar Munson. —Robin observaba a los dos hombres mientras se sonreían coquetamente, lo que era extraño considerando que su mejor amigo era la persona más heterosexual de Indiana.

—Buckley, ¿te importa si le invito a tu amiguito un trago? —los chicos no dejaron de mirarse en ningún momento.

—Vayan —dijo la rubia rodando sus ojos. Ahora se encontraba sola en medio de una fiesta por la estúpida experimentación de su amigo. "Gracias Steve."

Robin escaneó la casa en busca de algo para hacer. Observó las escaleras y se dirigió hacia ellas, buscando alguna habitación o baño vacío para poder aislarse del ruido. Aunque amaba a su amigo, detestaba la idea de quedarse sola en un lugar tan concurrido y la desesperación empezaba a formarse otra vez en su garganta. Entró a un pasillo con tres puertas, abrió la primera buscando un refugio, encontrándose con una pareja besándose intensamente. Cerró la puerta perturbada y, sin pensarlo, se metió en la siguiente habitación, cerrando la puerta tras ella.

"Por fin un poco de silencio", pensó. Cerró sus ojos un momento cuando algo la sobresaltó.

—¿Hola? —Robin se dio la vuelta asustada para encontrarse con una chica. Nancy Wheeler.

—L-Lo siento, no sabía que alguien iba a estar aquí. Ni siquiera sé que hago en esta fiesta. Mi mejor amigo me dejó, y las multitudes me dan pánico, entonces busqué un lugar para quedarme, pero todo está lleno de parejas hormonadas, y... —se cayó lentamente al notar que estaba divagando por los nervios. La otra muchacha la veía extrañada.— Soy Robin.

—Yo soy Nancy.

—Si lo sé. Eres la ex novia de mi amigo Steve.

—Oh... En ese caso Robin, puedes quedarte, de todas maneras no pensaba participar en la fiesta.

Fue en ese momento cuando Robin pudo analizar su entorno. La habitación era de un rosa claro, con una cama de dos plazas, un escritorio y fotos pegadas en las paredes. Nancy se encontraba sentada en la cama, con un vestido lila simple, sus rizos oscuros tan perfectos como siempre, y sus ojos azules enmarcados con delineador negro.

La rubia se sintió verdaderamente avergonzada por primera vez en la noche. Nancy tenía una belleza simple y natural, contrastada con ella que llevaba unos pantalones cargo y una camisa gris. "Debo verme horrible". Observó a la ojiazul otra vez con las mejillas cada vez más rojas, la otra la miraba contrariada.

—¿Vas a sentarte?

—E-eh sí. —Robin se sentó en la silla del escritorio silenciosamente.

—Bueno si vamos a pasar toda la noche aquí al menos hagamos algo. —la rubia asintió y Nancy le sonrió.

Robin pensó que la noche no podía terminar mal si se encontraba junto a ella.