Capítulo 15

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A la mañana siguiente desperté más tarde de lo habitual. Bajando las escaleras aún en pijama me dirijo hacia  a la cocina.

—Buenos días Lili

—Buenos días señorita, el almuerzo esta listo

Tome asiento en la silla con el nombre de ella esperando que me sirvieran el desayuno.

En la gran mesa se encontraba de todo: huevo, tocino, hot cakes, tazon de fruta, tocino, pan tostado, jugo de naranja, café; todo en porciones pequeñas ya que solo era yo.

—¿Ya almorzaste Lili?—Pregunté mientras ponía en mi plato comida

Negó

—Lo haré después de que termine

Moví mi cabeza en forma de desaprobación y le extendí un plato para que me acompañará

—Come conmigo, por favor.

Ruborizada empezó a colocar cosas dentro de su plato, al terminar tomo asiento enfrente mio

—Llevas años viviendo aquí, ¿Echas de menos que vengamos en familia?

—Si, siempre fue grato tener compañía—Sonríe— La señorita Lynda siempre me pedía que le preparara malteadas de fresa y donas

Su recuerdo me invade, sonrió como tonta al recordarla

—Le encantaban, eran sus favoritas—Hice un pausa mientras bebía un poco de jugo— No se por qué dejamos de venir

—Crecieron Becca, digo, señorita Becca

—No importa Lili, dime Becca

Asiente mientras sigue comiendo

—Todos ustedes crecieron y tomaron diferentes rumbos, yo sabía que no vendrían con tanta frecuencia pero siempre que necesitarán un respiro vendrían aquí

Tenia razón, este lugar generaba paz y tranquilidad, estar aquí me hizo sentir renacida. Cuando terminamos de comer, tomé una ducha y guarde mis cosas. Por la tarde regresaría a la ciudad.


☆★☆

Salgo de habitación siendo las 14 horas, aun tenia dos horas para pasar el rato, me dispongo a ir a la piscina para zambullirme. Al llegar veo que Eloise viene subiendo los escalones que dan a mi propiedad. Lleva un bikini color azul y un moño desarreglado.

—Llegaste rápido—habló mientras voy sumergiendome en la piscina

—No me gusta hacer a la gente esperar

Al contrario de mi, ella no entra en el agua toma asiento en la orilla sumergiendo únicamente sus pies.

—¿Tú color favorito es el azul?— Nado para estar a su lado

Frunce el ceño, —¿Cómo lo sabes?

Levanto las cejas apuntando a lo que lleva puesto

—Soy bruja—Antes de que pueda decir algo sigo— Es obvio, ayer llevabas una sudadera azul y hoy tu bañador es del mismo color

—Si, el azul es mi color favorito

—Ya

Nuestras miradas se conectan y la veo sonrojarse, no estaba segura pero era la primera vez que lograba ese efecto en una chica.

—¿En qué trabajas?

—Haces muchas preguntas, Rebe

Que me llamara por ese diminutivo se me hacia extraño, pero no me daban ganas de corregirla, no me sentía incomoda para nada. El poder de esas cuatro letras era lo que me asustaba, solo una persona en la vida me ha llamado así y estaba segura que después de ella no habría nadie más a quien le permitiera decirme así.

El Jardín Del RecuerdoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora