Capitulo 38

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Desde aquel día todo cambio, en mi mente solo rondaba aquella pregunta que la psicóloga me hizo; en cada sesión tratábamos de hablar acerca de ello, pero era algo de lo que yo aun no quería hablar o bueno darle una respuesta. A medida que los días pasan voy hablando más sobre lo que paso en el último año, los traumas que he ido guardando e incluso le dedicamos una sesión para charlar el tema de Ethan.

—Bienvenida Becca—Me recibe la psicóloga amablemente

—Gracias por recibirme sin cita previa

Lentamente las cosas fueron tomando su rumbo, entendí que yo no tuve culpa en enamorarme, pero si en idealizarlo, ahora creo que a veces nosotros mismos nos dañamos, no estamos enamorados de la persona o de lo que fue, sino que nos generamos una idea de cómo sería si; le hacemos un lugar en lo alto y eso hace que se encuentre por encima de nosotros. Yo hice eso, para mí, Ethan era mi persona ideal, todo en él era perfecto, pero nunca caí en cuenta que eso solo era en mi mundo, yo les vendí una imagen a los demás que ni siquiera el mismo se creía, puse tantas cosas por delante de él que termine destruyéndome, deje de creer en mi y ahora todo iba entorno a él; y si, como en este párrafo, todo era, EL, pero ya no más.

—¿Cómo te sientes hablando sobre él?

—Estas últimas sesiones me pusieron a pensar y, creo que por fin lo perdone

—¿Qué? —La miro extrañada—Me refiero a ¿Que le perdonaste?

Regreso a mi asiento, —El haber aparecido en mi vida, yo sé que no tenía el control para cambiar eso, pero juro que lo haría

—Becca, no te atormentes, paso porque así estaba destinado

—Lo sé, no estaba en mis manos y está bien, aunque prefería nunca haber mandado ese mensaje

—Tengo una última pregunta para ti sobre el tema, —Asiento—¿Qué le dirías si lo tuvieras enfrente?

Por unos minutos me quedo en total silencio, en su momento le dije de todo y realmente sería un desperdicio lo que quisiera reclamarle, a él no le importaba ni un poco.

—Nada en cuestión, sabes, estoy aprendiendo a amarme, he ido dejando atrás la idea que tenia de él y abrí los ojos, es un gran hijo de puta que no merecía nada de lo que le di, absolutamente nada y es triste porque yo gané, sin embargo, el perdió a alguien que hubiera dado su vida como si eso fuese necesario.

La vida no te premia dos veces y si de algo estaba segura era que en algún momento de su historia a él le llegaría su karma, digo en su historia porque ya no gastare una página más de la mía para permitirle atormentarme. En este momento entendí que todo pasa por una razón y nunca podre cambiar mi pasado, por ahora solo queda aprender y soltar todo aquello que no nos hace bien. Ethan Murat no era más que un extraño con recuerdos compartidos, ya no dolía, ya no tenía más poder sobre mi

Me analiza mientras va haciendo anotaciones con una sonrisa de oreja a oreja, en estas últimas tres semanas que he estado aquí la terapia me ha servido de mucho; creo que olvide comentarlo, pero las entrevistas se cambiaron para dentro de un mes lo que daba como resultado a que hasta la próxima semana regresara al ruedo, por otro lado, Sam trato de enviarme a Vancouver, pero no acepte, como lo dije antes, necesitaba esto para mí.

—¿Te gustaría hablar sobre Lynda? —Dirijo mi mirada a mis manos—Entiendo Becca, no pasa nada, recuerda que todo a su ritmo

—Gracias, debo irme

El Jardín Del RecuerdoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora