Capítulo 40

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El tiempo ha transcurrido tan rápido, después de tres semanas las entrevistas por fin han culminado y a pesar de que Gia seguía en Londres, nada estaba igual, aunque Eloise había regresado a casa dos días después de vernos.

Últimamente las cosas han ido bien, la psiquiatra ha sido de mucha ayuda, mi ansiedad esta siendo controlada pero a veces en los momentos en que me encuentro sola o vulnerable, vuelven. Creo que es algo con lo que debo aprender a vivir y eso no me hará más frágil o volveré a decaer por ello, siempre hubo gente a mi alrededor que camino a mi lado durante el proceso de duelo, solo que ahora yo caminaba con ellas.

Esta semana volveremos a casa, sin embargo Gia dice tenerme una sorpresa para la cual no creo estar preparada. Le he dicho que antes debo hacer unas cosas y he salido de casa para ir a la psicoterapia, hay algo de lo que quiero hablar y creo que es el momento para hacerlo.

En esta ocasión mi rutina no fue la misma, estuve un tiempo en silencio sobre el auto, mientras el aire llenaba mis pulmones. Volví a exhalar y decidida entre al consultorio, nos saludamos como de costumbre y hablé

—Se que será mi última terapia aquí después de un largo periodo, por fin quiero hablarte de algo que tomo sentido y logré comprender

—Adelante

—No la he visitado porque tenía mucho miedo

—¿De qué?—Es obvio que sabía a que me refería

—De darme cuenta que es real, ver su nombre en una lápida me haría sentir que ella no esta y no quería eso. Antes creí que debía superar lo que paso, pero no es así, solo debo aceptarlo, entender que eso debía pasar por alguna razón. Ahora ya puedo decirte que afronte la situación, podría ir a visitarla en este momento, pero ya lo haré cuando vuelva a casa

Se queda en silencio analizando mis palabras, la veo levantarse y hago lo mismo, rompe el espacio que había entre nosotras para brindarme un cálido abrazo

—Créeme que ella nunca se irá Becca, sus recuerdos son lo que la mantiene aquí—Señala mi pecho—Y debes comprender que nadie te los quitara

—Eso solo bomba sangre

Se echa a reír ante mi comentario—Lo sé, pero me entiendes

—Gracias por todo, espero que podamos seguir con la terapia por facetime

—Será un gusto, cuadrare mis horarios, aunque ya no será seguido sin embargo una vez al mes o cuando tu quieras podremos agendar

Otra vez le ofrezco un abrazo y salgo de su oficina liberando todo lo que me ataba en su momento, al salir de la sala me estaba liberando de mis demonios, aquellos que no me dejaban vivir la vida como quería, ahora podía respirar de nuevo.

Antes de volver a mi piso me encargo de llamar a los amigos que hice aquí, la mayoría nos marchariamos hoy así que quise despedirme de ellos, no sabemos hasta cuando y en que condiciones volveremos a vernos.

Me encuentro con el grupo en un café cercano a el set donde trabajamos, en el lugar solo somos Clara, Katy, Alec y yo.

—Supongo que no habrá segunda parte—Comenta Clara

—No lo sabemos, la vida es un constante cambio

Los miró y les regalo una sonrisa—No se preocupen por el mañana, háganlo por el ahora, quizá por estar tan preocupados del futuro, la vida les de una cachetada y se den cuenta de todo lo que perdieron por pensar en algo que no saben si va a pasar

—¿Tu no vives preocupada?—Pregunta Alec

—Izzie me enseñó a que debo vivir un día a la vez, ella era ten espontánea y no se preocupaba por nada, quiero creer que por eso se fue tan contenta

—Fue una gran amiga, la echamos de menos

—Ella nunca los dejara, hasta en muerte seguirá haciendo que la recordemos

Ríen ante mi comentario, seguimos charlando sobre las lecciones que aprendimos, por mi lado siempre doy respuestas positivas. Va pasando el tiempo, lo que indica que cada uno debe irse, nos ponemos de pie para despedirnos, sabemos que volveremos a coincidir, sin embargo, no está de más un hasta luego

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En el elevador vengo imaginando millones de cosas que se le pudieron ocurrir a Gia para este día, al llegar a mi piso me encargo de abrir la puerta mientras observo mi celular, no presto atención al frente, lo cual es un error. Siento una mirada en mi y al subir la mía choco con un par de aceitunas, abro los ojos como platillos.

Ambas nos quedamos frente a frente, ninguna dice nada hasta que yo la abrazo, se que no es fan de los abrazos pero me da igual. Alice por primera vez no me aparta sino que me aprieta fuerte como si de verdad me hubiera extrañado

—Te extrañe tanto, Alicia

—En mi vida te vuelvo a abrazar

—¿Rosa, te pise?

Nos regalamos una sonrisa llena de alegría, va contando lo que sintió al perder a Izzie, realmente ellas se tenían mucho cariño y era algo que solo entendían entre sí.

—Una enfermera me cuidaba, era realmente linda

—¿Ahora te van las enfermeras?

—Solo esta, era Italiana y jodidamente sexy

—Okay, ahora me está interesando más

Cambiamos el tema en el momento en que llega Gia, nos ponemos al día de todo aunque Alice no está muy feliz ya que una empresa a la que está asociada contrato a Ethan

—No quieren echarlo, lo odio tanto

—Yo no—Ambas se quedan perplejas—Lo que paso, paso y no hay forma de cambiarlo, no te atormentes con el y su vida, déjalo que trabaje ahí e incluso vuelve a contratarlo, ya no significa más en mi vida. El ya no forma parte de mis pensamientos

—¿Y a que se debe el cambio?

—Es fácil, solo yo le daba la importancia que no tenía, por cada cosa por mínima que hiciera se ganaba mi "admiración". Ahora se que no era tan genial como yo pensaba.

Con el tiempo las cosas se fueron acomodando, no le tenía más rencor a nadie y eso era un punto a mi favor, estaba en mi mejor momento en la vida, el amor había llegado a mi, grandes proyectos estaban por empezar y mi futuro soñado también se estaba creando. Todo estaba perfectamente acomodado

—Bueno, después de todo nada fue tal malo

—No, aprendí de todo

—Nos alegramos por ti—Comenta la pelirroja

—Chicas, es hora de volver todas a casa

—Volvamos a casa—Recalco

El deja vu se siente, la nostalgia me hinunda sin embargo no me tira, ya estaba avanzando, todo era una lección aprendida.

El Jardín Del RecuerdoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora