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Los días pasaban y todo empeoraba, todo era un caos.

Ahora no solo escuchaba voces, sino que veía figuras y su mente no lograba procesar nada, siempre estaba como perdido, sin entender nada y a veces no lograba encontrar su eje.

La mayor parte del tiempo estaba desorientando, le costaba conectar con lo que le rodeaba, su energía últimamente estaba muy baja, no tenía nada de ánimos, y de súbito, su corazón empeza a latir desesperado.

Sabía que no estaba bien, pero no quería ir al médico, no quería volver a estar medicado y solo existir, él quería estar consciente, quería vivir.

Hansel y Bangchan estaban yendo muy seguido a su casa, pero era extraño, porque una vez se iban, Minho se sentía cansando y terminaba durmiendose hasta el día siguiente.

Actualmente se encontraba en su patio, hoy era un día soleado y lindo para estar afuera, así que decidió salir.

Estaba con sus ojos cerrados, mirando hacía el cielo, sintiéndose en paz.

Disfrutaba mucho los momentos de paz que tenía, mayormente eran muy pocos y bastantes cortos, últimamente todo lo bueno duraba poco en su vida.

Ya no sabía que hacer o como seguir, se estaba quedando sin fuerzas...

Una de las razones por la cual más extrañaba a Jisung, era que él siempre podía animarlo, el menor tenía un don para hacerlo feliz.

Trayendo recuerdos, estaba esa vez que se encontraba muy triste porque había reprobado, y Jisung bastante original, hizo una fiesta como festejo por su primera desaprobación en el semestre.

Jisung era la dósis de felicidad que necesitaba, él le alegraba sus mañanas, noches, días... Jisung le alegraba la vida, y una vez se fue, todo se vino abajo, su vida perdió el color por completo.

Y él intentaba, intentaba e intentaba seguir adelante, pero le costaba tanto, siempre terminaba cayendo en el pasado, hundiéndose en la tristeza y esa angustia que le generaba extrañarlo.

Pensó que con Hansel todo sería diferente y que podría superar a Jisung... Pero en Hansel veía a Jisung, y eso lo destrozaba.

Sin darse cuenta estaba llorando.

Ya le cansaba llorar tanto, tenía miedo de sufrir algún tipo de deshidratación.

——¿Por qué llora? ——escuchó que preguntaban y se dió vuelta asustado.

Desde el alambrado vecino, se encontraba un niño, suponía que era hijo de los vecinos, pero no recordaba haberlo visto.

——Estoy bien.

——No le pregunté eso...

——Lloro porque extraño a mi novio.

——¿Y por qué no le dice que lo extraña? Así lo ve y deja de extranarlo.

——Él murió...

——¿Cómo sabe?

——Porque fui al hospital y me dijieron que no estaba ahí.

——Pero eso no significa que este muerto.

——Niño, ¿cómo te llamas?

——No soy un niño. Tengo 13, pero soy enano. Igual no importa. Usted debe cuidar su energía.

Minho lo miró extrañado.

——La energía es nuestra fortaleza para seguir adelante, debe concentrarse en eso y cuidarla. Puede haber personas que quieran quitarsela.

——Gracias por el consejo... Lo tendré en cuenta.

——Por cierto, me llamó Jimin.

——Un gusto, yo soy Minho.

——Debo irme, mi mamá me va a llevar a clases de ballet, chau, chau. —— El joven agitó su mano, antes de alejarse del mayor.

Minho quedo un poco extrañado por la conversación, pero mantiendo en su mente el pensamiento de cuidar su energía.

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