Capítulo 2: UNDER THE INFLUENCE

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𝗨𝗡𝗗𝗘𝗥 𝗧𝗛𝗘 𝗜𝗡𝗙𝗟𝗨𝗘𝗡𝗖𝗘

𝘉𝘳𝘪𝘯𝘨 𝘪𝘵 𝘰𝘷𝘦𝘳 𝘵𝘰 𝘮𝘺 𝘱𝘭𝘢𝘤𝘦;
𝘠𝘰𝘶 𝘥𝘰𝘯'𝘵 𝘬𝘯𝘰𝘸 𝘸𝘩𝘢𝘵 𝘺𝘰𝘶 𝘥𝘪𝘥, 𝘥𝘪𝘥 𝘵𝘰 𝘮𝘦;
𝘠𝘰𝘶'𝘳𝘦 𝘣𝘰𝘥𝘺 𝘭𝘪𝘬𝘦, 𝘸𝘢𝘪𝘵, 𝘴𝘱𝘦𝘢𝘬𝘴 𝘵𝘰 𝘮𝘦.
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Al terminar las clases de la mañana fui directa a la cafetería para comer algo. Al entrar, había mucha gente sentada en las mesas y fui a la barra. Cogí el desayuno y volví a la zona de las mesas para buscar a Steve y a Robin que ya deberían estar allí. Entonces, me choqué con alguien y este consiguió sujetar mi bandeja para que no cayera.

—Oye, ten cuidado —le dije un poco molesta.

—Siento haberme chocado contigo, Layla Harmon —se disculpó el chico y me devolvió la bandeja.

—¿Como sabes quien soy?

—A estas alturas todo el mundo sabe quién eres —hizo una pequeña reverencia—. Eddie Munson, un placer conocerte.

Me cogió de la mano y la besó. Miré a mi alrededor algo avergonzada y por suerte, no había gente prestandonos atención, solo un grupo de chicos que en cuanto vieron que los estaba observando, apartaron la mirada rápidamente.

—¿Esos de ahí son amigos tuyos? —le pregunté a Eddie mientras señalaba al grupo de chicos que nos miraba.

—Si —respondió—. Son de mi grupo de D&D.

—De D&D —repetí.

—Si. ¿Te gustaría sentarte con nosotros?

—Lo siento, pero me están esperando.

—Claro, claro —se separó un poco de mi y, con su brazo, me dejó pasar—.
Señorita.

Le miré un poco confundida pero terminé riendo. La verdad es que era un bicho raro, pero también era divertido. Entonces, pasé por donde Eddie me había indicado y seguí mi camino hasta que encontré a Steve y Robin sentados en una mesa.

—Hola chicos—les saludé y me senté al lado de Robin.

—Hola —me saludaron.

—No os vais a creer lo que me acaba de pasar —dije riendo.

—¿Has aprobado matemáticas? —me preguntó Robin.

—Ya me gustaría —respondí—. Pero no, no es eso. Acabo de cruzarme con Eddie Munson.

—¿Con Munson? —me preguntó Steve sorprendido.

—Si —respondí.

—¿Y habéis hablado? —me preguntó Robin.

—Si y la verdad es que me a parecido muy divertido.

—Todo el mundo dice que es un bicho raro —dijo Steve.

—Puede ser —dije—. Pero no tiene por qué ser algo malo.

—Si quieres pásate luego por el videoclub y nos lo cuentas —me propuso Robin—. O simplemente nos haces compañía.

—O puedes ayudarnos —me dijo Steve.

—Solo si cobro —dije.

—Eso lo tendrás que hablar con el jefe
—me dijo Steve.

Los tres reímos y empezamos a comer.

[...]

Las clases habían terminado y salí del instituto, pero antes de que pudiera subir al autobús para regresar a casa, vi como Billy me miraba mientras estaba apoyado en su coche. Le miré también y lo único que se me venía a la cabeza era el encuentro que tuvimos detrás del gimnasio. La forma en que nos miramos... Era la misma en la que nos estábamos mirando ahora. Entonces, una chica pelirroja, más pequeña, fue hasta Billy y después de intercambiar dos palabras con él, se subió al coche. Billy siguió mirándome y no apartó la mirada de mi hasta que se subió al coche y se fue. Supuse que la pelirroja sería su hermana o algo así. En ese momento, me di cuenta de que no sabía nada de Billy y que, aún así, algo dentro de mi iba aumentando por él. Supongo que era atracción física o al menos eso esperaba.

𝑾𝒊𝒍𝒅𝒆𝒔𝒕 𝑫𝒓𝒆𝒂𝒎𝒔 | Bɪʟʟʏ HᴀʀɢʀᴏᴠᴇDonde viven las historias. Descúbrelo ahora