Capítulo 5: DON'T BLAME ME

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𝗗𝗢𝗡'𝗧 𝗕𝗟𝗔𝗠𝗘 𝗠𝗘

𝘋𝘰𝘯'𝘵 𝘣𝘭𝘢𝘮𝘦 𝘮𝘦, 𝘭𝘰𝘷𝘦 𝘮𝘢𝘥𝘦 𝘮𝘦 𝘤𝘳𝘢𝘻𝘺;
𝘐𝘧 𝘪𝘵 𝘥𝘰𝘦𝘴𝘯'𝘵, 𝘺𝘰𝘶 𝘢𝘪𝘯'𝘵 𝘥𝘰𝘪𝘯' 𝘪𝘵 𝘳𝘪𝘨𝘩𝘵;
𝘓𝘰𝘳𝘥, 𝘴𝘢𝘷𝘦 𝘮𝘦, 𝘮𝘺 𝘥𝘳𝘰𝘨 𝘪𝘴 𝘮𝘺 𝘣𝘢𝘣𝘺;
𝘐'𝘭𝘭 𝘣𝘦 𝘶𝘴𝘪𝘯' 𝘧𝘰𝘳 𝘵𝘩𝘦 𝘳𝘦𝘴𝘵 𝘰𝘧 𝘮𝘺 𝘭𝘪𝘧𝘦.
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Una vez terminé de ducharme volví a vestirme y salí al comedor. Billy seguía haciendo ejercicio con las pesas y en ese momento llamaron al timbre.

—¿Puedes abrir tu, nena? —me pidió Billy.

Fui hasta la puerta y al abrirla vi que era Steve.

—No me lo puedo creer —dijo para él.

—Steve, ¿que haces aquí? —le pregunté sorprendida.

—¿Que hago aquí? —me preguntó molesto—. ¿Que haces tu aquí?

—No tengo por qué darte explicaciones.

—Claro que si. Robin y yo te estuvimos buscando durante toda la fiesta y como no te encontramos supusimos que te habrías ido a casa con Eddie o algo así, pero le preguntamos y nos dijo que no te había visto más. Entonces, alguien de la fiesta nos dijo que te había visto irte con Hargrove y bueno, aquí estoy.

—No tengo tiempo para esto, Steve.

Fui a cerrarle la puerta, pero puso el brazo y la sostuvo para que no la cerrara.

—Vas a venirte conmigo porque por si no te acuerdas, tus padres deben estar preocupados —me dijo.

—Déjala en paz —le dijo Billy a la vez que se ponía delante de mí para quedar cara a cara con Steve.

—Apartate, Hargrove —le advirtió él—. Esto es una conversación entre ella y yo.

—Yo creo que no, así que pirate de mi casa.

—Steve, vete, por favor —le supliqué.

Steve me miró y luego fulminó con la mirada a Billy.

—Como te atrevas a hacerle daño juro que te mataré —le dijo a Billy.

—Espero que no haya sido una amenaza —le advirtió él.

—¿Tu que crees?

Billy iba a acercarse más a Steve, pero conseguí ponerme entre ellos dos y le detuve.

—Billy, por favor, entremos —le pedí.

Billy mantuvo la mirada con Steve hasta que finalmente se decidió a mirarme.

—Pirate ya, Harrington —le dijo y le cerró la puerta en las narices. Entonces, Billy se fue de nuevo al comedor y le seguí—. La próxima vez que venga a buscarte tu novio, me avisas.

—Steve no es mi novio —le dije.

—Ya, claro.

—Oye, no seas capullo.

—¿Yo? ¿Un capullo? No me lo puedo creer.

—Steve no es mi novio, ¿vale? Ni siquiera me gusta.

—Como digas —me dijo para quitarle importancia.

Miré el reloj que había colgado en la pared y ya era algo tarde.

—Me voy al instituto —le dije.

—Te llevaré.

—¿Con tu coche?

—Si. ¿Cómo quieres ir si no?

𝑾𝒊𝒍𝒅𝒆𝒔𝒕 𝑫𝒓𝒆𝒂𝒎𝒔 | Bɪʟʟʏ HᴀʀɢʀᴏᴠᴇDonde viven las historias. Descúbrelo ahora