¿¡UN QUÉ?!- ❦McLennon❦-(Mpreg)

19

En realidad John salió mucho más tarde de lo que había pensado, tuvo que organizar papales tras papeles y la cabeza le dolía.

Miro la hora en su reloj, percatándose de que eran las 11 de la noche.

"¿Alicia?" llamo por el teléfono.

"Dígame, señor Lennon" su secretaria atendió.

"Ya puedes retirarte" ordenó.

"Muchas gracias"

"Por cierto ¿conoces alguna tienda que este abierta a esta hora?"

Alicia lo medito por un momento.

"Creo que el supermercado que está en la esquina se mantiene abierto las veinticuatro horas"

"Gracias"

"De nada, Señor. ¿Algo más?"

"Oh, no" colgó, masajeándose los ojos y levantándose de su escritorio.

Cuando sale de su oficina, se encuentra con la grata sorpresa de ver a Sam fumarse un cigarrillo.

"¿Qué haces aquí?"

Sam voltea hacia él, expulsando el humo de sus labios.

"El señor Adolf me mando hacer unos papeleos morirse"

John soltó una carcajada, caminando con Sam detrás de él.

"Bueno, yo me voy ¿quieres que te lleve?"

"Si no es mucha molestia"

Asintió en su dirección, subiéndose al auto para luego arrancar.

Paró el supermercado que Alicia le dijo y sonrió al ver rosas en la parte de afuera.

"¿Qué hacemos aquí?"

"Compraré algo para Paul" susurró, bajándose del auto.

Sam también se bajó, caminando detrás de él.

"Ese muchacho te trae vuelto loco" bromeo, golpeándole levemente el hombro.

John solo sonrió, negando con la cabeza.

"Vuelto loco es poco" se encogió de hombros "En realidad lo amo"

"Ugh" Sam hizo una mueca graciosa, para luego sonreír.

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John abrió la puerta del apartamento, entrando en silencio.

Su corazón dio un vuelco a ver a su prometido en el sofá acurrucado con muchas sabanas encima, el televisor estaba prendido y la luz reflejada en su rostro hacia que se viera más hermoso.

Se sintió culpable.

Dejo las cosas encima de la mesa y se acercó hasta él para besarle la mejilla sonoramente.

"Mi amor" susurro "Despierta, bebé"

"Hmm" Paul bostezó, abriendo sus ojos que se encontraban hinchados por el sueño.

"Lamento llegar tarde, mi vida" John se disculpó, ayudándolo a levantarse.

Negó, sonriéndole adormilado, sus ojos pequeños debido al sueño, su cabello hecho un desastre.

"No importa, sé que estás trabajando"

"Te traje algo" John sonrió, besándole los labios cortamente.

Paul también sonrió, agarrándolo de la corbata y acercándolo más él, dándole un beso profundo.

"Oh, Dios" susurro, viendo lo que había encima de la mesa.

"Espero que te guste"

En la mesa había dos potes de helado junto a un paquete de galletas oreos. Sin contar el ramo de rosas rojas.

"Es precioso" contesto, las lágrimas asomándose en sus ojos.

"Me contenta que te haya gustado" susurro, posando sus manos en su abultada barriga, inclinándose y besándole la punta de la nariz "Por cierto, mañana hay una cena en la empresa, me gustaría que vayas conmigo"

Paul arrugo la nariz.

"¿No te da pena que te vean conmigo?" hizo un puchero "Estoy todo hinchado y gordo, no creo que este presentable para ir"

"¿Bromeas?" John besó sus labios "Sera un honor que te vean a mi lado"