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"¿¡Que mierda es esto!?" gritó con voz autoritaria.

Marcos se encogió en su sitito, mirándolo nervioso.

"Es su desayuno, señor" murmuró.

"Te dije que no quería café negro" lo fulmino la mirada "Tráeme mi maldito te"

Marcos asintió, saliendo de la habitación para ir a buscar el desayuno correcto de su jefe.

"Que incompetentes" murmuró mal humorado.

"¿Papá?" la voz de su hijo resonó en la habitación.

"Carlos" lo miró, haciéndole señas para que entrara "Buenos días"

Asintió, tomando haciendo frente a él.

"Te traje todos los papeles del acuerdo, todo está perfectamente ordenado"

Abraham asintió.

"Todo un Walk" sonrió, mirando orgulloso a su hijo.

"Hmm, los hizo John"

"¿Cómo van las cosas con él?"

"Van bien" mentira, todo va mal "Creo que pronto podremos salir"

Asintió distraído.

"Paciencia hijo, si esperaste un año puedes esperar un poco más"

Carlos nos dijo nada, solo se levantó y se marchó de la habitación. Camino con pasos lentos hasta la oficina de John, saludando a los dos guarda espaldas que vigilaban la puerta.

"¿John?" murmuró, mirando dentro.

El hombre se encontraba hablando por teléfono, mientras de vez en cuando tecleaba algunas cosas en la computadora.

"¿Qué quieres?" contesto sin mirarlo.

"Solo pasaba para ver si todo estaba en orden" dijo, mirando la oficina.

"Perfecto" respondió.

"Sabes que no puedes hablar por teléfono y-"

"Son cosas del trabajo" lo cortó.

Carlos asintió, marchándose.

Cuando John estuvo solo de nuevo, suspiró, pasándose una mano por el cabello.

"¿Sigues ahí?" preguntó, llevando el teléfono a su oreja.

"Aquí estoy" contestaron "¿Todo bien?"

"Sí, era solo Carlos" suspiró "¿Cómo salió todo?" preguntó.

"Te mande unas fotos, abre el correo como te dije"

John asintió. En la pantalla se abrió una ventana nueva y sintió su corazón saltarse un latido.

Paul y Aranza sonreían ampliamente, sus rostros irradiando felicidad.

Se quedó mirando la foto, su corazón oprimiéndose un poco más a cada segundo que pasaba, con la voz hablándole a través del teléfono.

John sabía que en su vida había cometido muchos errores y se arrepentía de ellos, pero él nunca se arrepentiría de haberse enamorado de Paul y haber tenido una hermosa hija con él.

Cuando su pequeña hija nació, recuerda que su felicidad era genuina, tanta que sentía que podría hacer cualquier cosa y no iba a fallar, pero todo se arruinó cuando el señor Walk se presentó en el hospital, él creía que con aceptar darle todas las acciones de la empresa los dejarían quieto a él y a su pequeña familia, pero cuando lo amenazaron no pudo hacer nada. Era irse con ellos o ver como las personas que más amaba morían.

Por eso se fue con Abraham, para protegerlos y han pasado un año donde no puede dejar de pensar en ellos, en como seria despertar todos los días y ver la hermosa sonrisa de Paul mientras juega con su pequeña hija.

Solloza cada noche recordándolo.

Lo tienen secuestrado, literal, cuando lo llevaron con ellos, lo mantuvieron en una mansión tan grande que a veces se perdía entre todas las puertas. Lo mantenían encerrado día y noche, tenía dos guardaespaldas para evitar que escapara, una vez lo intentó, porque no aguantaba estar sin Paul, su hermoso amor, fue lo más sigiloso posible, pero las cosas no salieron bien y terminó con una cicatriz algo grande en su espalda.

Ahora trabaja con los señores Walk, y lo peor de todo, aguantando a Carlos.

"Él en realidad cree que no lo quieres, acepta el cheque solo para poder cuidar de Aranza correctamente"

"Yo lo amo" contestó de una vez "No hay un día que no deje de pensar en él"

"Lo sé, él solo ha sacado sus conclusiones"

Y John no lo culpa, porque desapareció sin más, y solo manda un cheque mensual con una nota, cosa que le cuesta la vida mandarlo.

Había contratado a un detective que le hiciera el favor de siempre mantenerle al tanto todo lo que pasaba en la vida de Paul y Aranza.

Su hija y prometido, si es que aun Paul se quería casar con él, siempre se recordaba a sí mismo.

Una vez Carlos lo encontró hablando con el detective e hizo que le dieran una golpiza tan fuerte que no camino durante varios días, solo se mantenía encerrado en su habitación, quejándose de dolor.

Entonces tuvo que hacer las cosas más drásticas. El detective se había mudado a un lado de Paul, convirtiéndose en su vecino y buen amigo.

"Gracias, George" contestó "Sé que pronto estaré con él"

¿¡UN QUÉ?!- ❦McLennon❦-(Mpreg) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora