Cuando John llega al hospital, siente que se volverá loco en cualquier instante.
"Señor, tranquilícese" La enfermera lo toma por el antebrazo, sentándolo en las sillas de espera.
Asiente suavemente, su vista fija en el piso.
Se siente tan mal, no logró ver a Paul antes de que entrara al quirófano, los doctores le dijeron que su prometido necesitaba una cesárea de urgencia y ahora él quiere llorar, porque si tal vez él hubiese estado con Paul no habría pasado nada de esto.
"¿John?" La voz de Mary lo trae a la realidad.
"Mary" murmura, queriendo jalarse el cabello de pura frustración "¿Qué pasó?"
Ella toma asiento a un lado de él, con una vaso de café en sus manos.
"Paul me llamó desesperado" comienza, dando un sorbo a la bebida "Llorando por que estaba sangrando, él estaba tan asustado" ella murmura, sorbiendo por la nariz para no llorar "Los doctores tuvieron que practicarle cesárea de urgencia, debemos esperar"
John asiente, sus manos temblando.
"Ellos estarán bien" afirma "No les pasará nada"
"Lo sé" Mary le sonríe, trasmitiéndole confianza.
Casi una hora más tarde, un doctor avanza hasta ellos, con una sonrisa cansada en su rostro y los lentes deslizándose por el puente de su nariz.
"Felicidades, es una niña"
Y aunque John ya sabía el sexo de su bebé, no puede evitar emocionarse y sonreír tan grande que siente que su rostro se partirá en dos.
"¿P-Puedo verlos?" pregunta ansioso.
"Por supuesto"
Mary le da un apretón el hombro, diciéndole que ella ira por ropa para Paul mientras él ve a su prometido e hija.
Asiente, caminando detrás del doctor, la emoción recorriendo su cuerpo, jugando con sus manos por lo nervioso que está.
"Es aquí" dice, deteniéndose "Tiene 15 minutos"
Cuando el doctor se retira, John entra rápidamente a la habitación.
Paul está acostado en una camilla, arrullando a un pequeño bulto contra su pecho.
Camina rápidamente hasta ellos, su vista de una vez fija en la pequeña bebé que está entre miles de mantas, manteniéndola calentita.
"Mi amor" murmura, besando la frente de Paul "Es hermosa"
El pelinegro asiente, esbozando una sonrisa.
"Es nuestra hija"
John no sabe que decir, así que solo lo mira, manteniendo la sonrisa tonta en su rostro.
"Estaba muy asustado cuando me llamaron" confiesa.
"Pero ahora todo está bien" le sonríe con cariño. "¿Quieres sostenerla?"
Asiente varias veces, recibiendo el pequeño bulto de mantas entre sus brazos, besándole repetida veces su pequeña frente.
"Saluda a papi" John murmura, sonriendo.
"Hmm, debemos por fin decidir el nombre" Paul bosteza, su cuerpo comienza a doler.
John lo mira, y luego a su hija "Me gusta Aranza" susurra.
Paul asiente, estando de acuerdo. "Aranza" repite.
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John estuvo renuente cuando quisieron quitarle a Aranza, pero Paul le explicó que tenían que llevarla para que un pediatra la revisara para que todo estuviera bien.
"Ya pasaron veinte minutos, Paul" John arrugó el entrecejo "¿Por qué duran tanto?"
Paul le sonríe "Solo hacen lo suyo, volverán pronto"
"Iré a buscarlos" se levanta de la silla, dispuesto a buscar a su hija "Ya vuelvo, bebé" Antes de irse besa los labios de Paul "Te amo"
Caminó por un pasillo hasta que llego a donde habían incubadoras y muchas enfermeras atendiendo a cada bebé, busco con la vista a su pequeña hija y al doctor que se la había llevado.
Su corazón comenzó a latir fuertemente cuando distinguió a un hombre cargando a su hija, meciéndola levemente.
"Abraham..." murmuró con miedo "¿Qué estás haciendo?"
Su miedo incrementó más cuando vio a Carlos al lado de su padre, con unos documentos en las manos.
"Felicidades, señor Lennon" el señor Walk sonrió "Es una niña hermosa"
John enmudeció, sintiendo su corazón latir demasiado rápido contra su pecho.
"¿Qué hace con mi hija?" no tartamudeo, una furia se estaba instalando en su pecho y haría lo que fuese necesario para protegerla.
"Iremos al grano" Carlos abrió una carpeta, buscando un papel en ella "Nosotros somos los responsables del mal orden que hay en la empresa, contablemente hablando claro." murmuró, entregándole un documento.
Ni siquiera razonó eso, en su mente solo estaba su hija.
"¿Qué tiene que ver ella?" señaló "Devuélvanmela" gruño.
Abraham sonrió, sintiéndose poderoso "La empresa por la niña, necesitamos que firmes esos papeles donde todo queda a mi nombre"
John abrió la boca, intentando formular algo coherente. "Es estúpido" dijo al fin "No caeré en sus juegos"
Carlos alzó ambas cejas.
"No es un juego"
"Mi hijo tiene razón" Abraham estiró los brazos "Podría dejarla caer y listo" John sintió su corazon detenerse cuando el señor Walk hizo un ademan de soltar a su hija "Iríamos presos ¿y qué? tu hija estaría muerta, y el culpable sería usted, señor Lennon."
No otra vez, no de nuevo. Su mente se volvió un caos.
"¡No!" exclamo, con lágrimas al borde de sus ojos "No" repitió.
El señor Walk sonrió. "Usted decide, señor Lennon"
"¿Solo tengo que firmar y ya?" preguntó, desesperado.
"No es tan fácil" Carlos murmuró "Tú tendrás que venir con nosotros"
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¿¡UN QUÉ?!- ❦McLennon❦-(Mpreg)
أدب الهواةPaul y John muy enamorados se vuelven padres repentinamente