31

1K 71 52
                                    

Paul se quedó dormido por tanto estrés junto. George tuvo que cargarlo hasta la habitación y acomodarlo en la cama para que él pudiera dormir bien. Sabe lo mucho que toda la situación le ha afectado y se siente culpable porque él le estuvo mintiendo todo ese tiempo.

¡Eres un detective! Le grita su subconsciente, regañándolo.

Es tu trabajo, se repite, bajando las escaleras.

Aranza está jugando con un par de muñecas en el suelo de la sala, mirándolo de vez en cuando y luego prestando toda su atención de nuevo a las muñecas.

Ahora el que se siente nervioso es él porque ya han pasado varias horas y John debe de estar llegando en cualquier momento.

No pasa mucho cuando el timbre de la puerta suena. Se para a toda velocidad, tratando de no tropezarse.

"John" murmura.

El aludido le sonríe un poco.

"¿Puedo pasar?" pregunta.

George asiente, haciéndose a un lado.

John camina despacio dentro de la casa, se siente un intruso estar ahí luego de tanto tiempo. Sus ojos caen de una vez en su pequeña hija que lo mira curiosa desde el suelo.

"Mi amor" susurra, agarrándola entre sus brazos rápidamente.

La abraza fuerte contra su pecho, oliendo el agradable olor de su cabello. Le duele verla, porque se parece tanto a él.

Aranza comienza a removerse entre sus brazos, comenzando a llorar.

"Oh, no, bebé" susurra con la voz rota, tratando de calmarla.

Pero no funciona, porque ella sigue llorando, estirando sus brazos para que George la cargue.

John con molestia se la da, sintiéndose miserable porque ni siquiera su propia hija lo quiere cerca.

"No te preocupes" George la arrulla, tratando de calmarla "No te conoce, debes de entenderla"

"Soy un extraño" John dice, su voz rota.

Aranza no para de llorar y George está preocupado porque puede despertar a Paul.

"¿Dónde está él?" John le pregunta y George sabe a quién se refiere.

Justo en ese momento un muy preocupado Pau baja las escaleras rápidamente.

"¡George!" exclama "¿Qué le hiciste a mi bebé?"

Le quita a Aranza de los brazos, ella balbucea algunas cosas en su cuello, hipando por el llanto.

"Shh, está bien, mi amor, aquí esta papi" murmura, meciéndola.

John contiene el aliento al verlo, su cabello esta despeinado y sus ojos un poco hinchados.

"Paul"

El aludido se queda estático, aun agarrando fuerte a su hija para que pare de llorar. Sus ojos van directamente al hombre a unos cuantos metros de él.

Ambos se quedan mirando, sin saber muy bien que hacer o que decir.

"Pá" Aranza balbucea, llamando su atención.

Se obliga a despegar su vista de John, mirando a su hija, ella es más importante en ese momento, se dice.

"Dime, mi amor"

Ella bosteza, acomodándose mejor en su hombro. No pasa mucho para que se quede dormida, cuando lo hace, Paul sin decir palabra alguna sube las escaleras para acostarla, se tarda más de lo normal, alargando todo lo posible la charla que sabe que tendrán abajo.

¿¡UN QUÉ?!- ❦McLennon❦-(Mpreg) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora