Capítulo 11

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Nuevo día en casa de los Tomlinson, Louis se levantó bastante cansado y era por qué no había podido conciliar el sueño en toda la noche.

Así que ese día tanto Louis como William decidieron que iban a faltar a la escuela por hoy.

Cuando los gemelos bajaron para desayunar, su madre estaba ya sentada con Alicia y Mayte.

—Buenos días, mamá— Saludó Louis.

—Buen día, mami.

—Buenos días, cachorros. Siéntense ya está su desayuno.

Ambos se sentaron y comenzaron a desayunar.

—¿Y papá?— Preguntó Alicia.

—Él salió temprano de casa, mi cielo. Continúa comiendo que tengo que llevar a Mayte a la escuela.

—No iremos a la escuela hoy— Dijo William.

—¿Por qué?, ¿Todo bien?.

—Sí, pero no pudimos dormir bien a noche, y estamos bastante cansados.

—Oh está bien, en ese caso, terminen de desayunar y vayan a dormir un rato más. Yo llevaré a Mayte a la escuela y de ahí iré con Alicia con una amiga mía a pasar el rato.

Los gemelos asistieron.

Cuando terminaron de desayunar ambos subieron a la habitación de William, se quedaron viendo una película, y se quedaron dormidos a mitad de está.

El sonido de un azote de puerta los despertó de golpe.

—¿Lou?, ¿Escuchaste eso?.

—Sí, lo escuché. Voy a ver qué fue, quédate aquí.

—No, te acompaño.

Bajaron hasta el primer piso, con William detrás de Louis.

Cuando entraron en la sala bajaron la guardia al ver qué era su padre.

—¿Por qué azotaste la puerta?.

—Lo siento, perdón por asustarlos cachorros.

William olfateo el olor a su alrededor.

—Hueles a chicle, a otra omega.

Louis al oler a su padre le gruñó.

—Louis— Lo regañó su padre.

—Hueles a otra omega y a noche también. ¿Y vienes a casa así?. Tienes suerte de que no estén mamá o mis hermanas, ¿Que pensarían de tí?.

—Decepción, igual a lo que sentimos nosotros ahora— Continúo William.

—Les prohíbo hablarme de está manera.

—Golpeaste a mamá, llegas oliendo a quien sabe quién, ¿Cómo quieres que no estemos decepcionados?— Reprochó Louis.

Y era verdad, estaban decepcionados, por qué a quien veían como “persona a seguir” los había decepcionado, golpeando a su madre y no solo eso, había estado con alguien más.

—Su madre me obligó a hacerlo. Yo nunca le he golpeado, y está vez fue culpa de ella.

—¡¿Que te hizo ella?!— Está vez gritó William.

—Baja la voz, William. Y si a alguien le daré explicaciones, es a tu hermano alfa.

Oh, no de nuevo.

—No te voy a permitir que vuelvas a menospreciar a William.

Esto ya había pasado antes, cuando se enteraron que uno de los gemelos era omega.

Omega Travieso || Larry StylinsonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora