ACT 4

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Act 4.

De nuevo estaba ahí, a escondidas vomitando todo lo que comió la noche anterior, no quería aún reconocer que estaba gestando y solo había una persona que sabía: Gen, porque él mantendría todo en secreto, porque era capaz de depositar en sus manos su vida así como lo haría en Taiju y Yuzuriha. Estimaba que tenía entre un mes a un mes y dos semanas de gestación, sumado a eso, su vida de casado había vuelto y con ello había tenido hacía poco sexo nuevamente, debía reconocerlo, Tsukasa era un amante atento, preocupado y tan suave, dando besos y caricias sutiles cuando empezaban, priorizando el placer de su pareja más que por el propio, y quería creer…Que quizás si se hubiera dado de esa forma desde un principio y no como sucedió realmente, no hubieran pasado por tantos problemas.

El día iba tranquilo, escucho que Tsukasa había ido a recoger algunas conchas de mar con su hermanita menor, Mirai, la niña era un sol la verdad, una alegría entre todo lo que rodeaba a Tsukasa, apostaba que por ella, su…Esposo, que extraño era nombrar así a quien él decía no amar pero legalmente lo era, es su esposo, había construido su carácter para poder darle un ejemplo a Mirai, para brindarle un hogar, brindarle amor y un ambiente sano donde crecer una vez.

—Es una alegría ver que nuestro líder esté gestando—dijo una anciana en una de las comidas, era el día de celebrar a uno de los fundadores de la aldea, por la fecha supuso que era el cumpleaños de su padre.

Tanto él como Tsukasa casi escupen lo que estaban comiendo, especialmente él porque aún no pensaba decirle nada. El fuerte sonrojó en sus mejillas, como miraba casi de manera asesina a aquella anciana y de paso la necesidad de querer que la tierra se lo tragara era más de lo que cualquiera imaginaría.

—¿G-gestando…?—murmuró apenas Tsukasa tapando un poco su boca con su mano, era una noticia surrealista, casi como si de una mentira se tratara, pero al ver el rostro de Senku, como este trataba de no ahogarse con la comida

—¡VOY A SER TIOOOOOO!—grito emocionado Taiju, incluso levantándose y yendo a abrazar a Senku, o mejor dicho casi quebrando su  espalda por apretarle—¡SENKU, FELICIDADES, VOY A SER TÍO! ¡BYAKUYA-SAN ESTARÍA MUY FELIZ!

—¡SUÉLTAME BRUTO!—chillo Senku al sentir el apretón de Taiju, aunque ahí cayó en cuenta que todos estaban a punto de felicitarle, de abrazarlo y decirle cosas tan sentimentalistas—Mi viejo estaría igual que tú, oh, dios…no lo soportaría

Por algún motivo, Gen sentía que todo iba tan bien que desconfiaba, la suerte de Senku no era buena, no era algo que él pudiera considerar siquiera decente…Aunque no dijera nada, iba a estar atento a todo aquello, algo le decía que en cualquier momento todo podía caer como un castillo de naipes, no atribuía esto a algún tercero, solo a los juegos del destino. Y aunque felicitó a Senku para fingir que no sabía desde antes, le advirtió que se cuidara, que no hiciera cosas arriesgadas, más aún con un Alfa como Tsukasa, que lo protegería a costa de su propia vida si era necesario.

Esa misma noche Tsukasa y él estaban reunidos en su hogar, en esa alcoba matrimonial que compartían desde que se casaron, se había vuelto un hogar sin que él se diera cuenta, suspiró y miró al mayor, el como le observaba mientras se preparaba para poder dormir, sonrió un poco al notar que se levantaba y lo abrazaba por la espalda. Incluso que llevaba sus manos a su vientre y acariciaba, aunque sonara extraño, le daba cierta calidez, confianza y seguridad.

Habían recibido miles de felicitaciones, miles de palabras deseándoles lo mejor, incluso haciendo notar que ellos se lo esperaban, solo que pensaban que sería muy luego. Cosa que era más que entendible, Senku apenas tenía 17 años, iba a cumplir en unos meses los 18 años y Tsukasa tenía 19, eran aún mocosos en realidad. Pero lo hecho, hecho estaba, iban a ser padres y por algún motivo a ambos les emocionaba, más aún cuando Tsukasa se dedicó a darle suaves caricias en el vientre a su esposo, sacándole suspiros y a la vez un tenue sonrojo, el aroma a caramelo y crema de castañas se esparcía por la habitación.

DR.STONE (A/B/O)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora