DR.STONE (A/B/O)

ACT 5

Act 5

No había más tiempo para llorar, ni había una razón válida para dejar de seguir adelante, aunque su corazón doliera, aunque su alma se sintiera desolada…Ahí estaba Senku, frente a los demás, tratando de recoger los pedazos de su propio corazón para proponer la idea de ir a América a buscar el misterio de la petrificación. Gen estaba a su lado, acompañándolo y brindándole apoyo, su aroma a narcisos era relajante, combinado con un tenue aroma a vainilla casi imperceptible daba un toque dulce a todo ello.

¿Que iba a pasar todo su embarazo solo? No, claro que no, tenía a sus amigos, a Gen, iba a traer de vuelta a Tsukasa para que viera a su bebe, para que pudiera abrazarlo y decirle una vez más “Te amo”, sin miedo a dudar, sin miedo a sonar ridículo. Tenía que seguir en pie no sólo por su gente, si no por ese bebe que crecía dentro de él, por la esperanza de cumplir lo que le prometió a Tsukasa: Encontrar la forma de petrificarlo y traerlo de vuelta.

—Bueno, el grupo de Byakuya nos dejó un pedazo importante de información; la petrificación empezó en América, así que ese será nuestro siguiente destino, esto será un proyecto largo, grande y tedioso—explicó rápidamente, mientras comenzaba a sacar varios rollos de papel, todos notaban las ojeras marcadas en Senku, su semblante decaído. Pero nadie se atrevía a decir nada, solo bajaron sus cabezas y escucharon atentos—y para llegar a América, debemos tener a alguien que sepa navegar… Minami.

—¿Eh?—La rubia alzó la cabeza algo sorprendida de ser nombrada tan de repente.

—Eres reportera, conoces gente, ¿Hay alguien que te venga a la cabeza que tenga esos conocimientos?

—A-Ah...—Notaron como la chica comenzó a balbucear, notablemente nerviosa y un poco cohibida—N-no exactamente, pero podemos ir a donde estaba la escuela naval de Japón. Allí hay muchos marineros expertos de donde elegir.

—Te concedo la palabra. Iremos hoy mismo.

—No. Iremos mañana—, interrumpe Gen, como si nada, dando un paso adelante—Senku-chan, va a descansar por hoy.

—¿Qué? Claro que no-

Gen pone una mano sobre sus labios y le sonríe, luego, lleva sus dedos a las ojeras de Senku—no has comido más que algunos bocados desde lo de Tsukasa-chan, has estado en vela estos días… vas a dormir bien hoy y mañana iremos—baja las manos al vientre de Senku, lo toca apenas—recuerda, tienes a alguien creciendo dentro de ti. Tsukasa-chan querría que  te cuidarás a ti mismo y a tu bebe.

Senku no dijo nada, solo suspiró derrotado y apartó la vista. No podía objetar nada, sabía que si quería llevar su embarazo en regla, debía tener como mínimo ocho horas de sueño por día. Pero le costaba dormir, sabiendo que cada minuto que pasaba era tiempo valioso que podía utilizar para traer a su esposo de vuelta. Cuando se dirigieron a la choza científica, debido a que Senku no tenía el valor de volver a donde antes se quedaba con Tsukasa, subió con relativo cuidado. Se quitó su ropa y revisó su vientre unos minutos, aún no se notaba nada, suponía que era normal ya que en esa etapa apenas y tenía el tamaño suficiente para ser como un pulgar, vio sus propias ojeras, él como sus ojos estaban relativamente llorosos y detrás de él estaba Gen. Este guardaba silencio, como siempre escondía sus manos y se mantenía quieto, como si estuviera esperando algo. ¿Qué cosa? No lo sabía, tal vez esperaba verlo acostarse y dormir para poder irse. Bufo, lo vigilaba como si él fuese un niño. Se colocó algo más ligero para dormir, se acomodó en la cama y finalmente, Gen se acercó unos pasos hacia él, se sentó sobre sus rodillas y una simple sonrisa se curva en los extremos de su boca.

—¿Me vas a cantar acaso?—pregunta con marcada ironía y fastidio, Gen no responde, solo le termina de arropar.

—Solo quiero asegurarme de que en verdad vayas a dormir...—, lleva una mano a su mejilla, acaricia con su pulgar apenas un poco el costado de su rostro—"Por favor… duerme, Senku."