ACT 8

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Act 8.

Iba entrando ya en el sexto mes, el Año Nuevo había sido un evento realmente agradable, un banquete y además de eso música e incluso alcohol. Él no había podido participar de ello por su estado, no había podido beber y bailar no se le daba bien, sin contar que para ese tiempo se sentía un poco más fatigado de lo normal. Su cumpleaños de nuevo hicieron lo de ver el amanecer, un hermoso amanecer y regalos para el bebé más que para él, pero no se molestaba, después de todo sabía que la gente usualmente prioriza más un bebé que a la persona que gestaba. Ahora arreglaba un poco más lo que había llegado, tenía un cambiapañales, construido por Kaseki e idea de Nikki, Ruri y Yuzuriha, Taiju le había regalado junto a Chrome una gran cantidad de minerales que habían ido a recolectar entre los dos ya que sabían que después que tuviera al bebé iba a estar de lleno en sus invenciones científicas. En la aldea habían aprovechado tan solo que fuera a bañarse para reacomodar donde dormía y hacer las paredes más firmes y aislantes para evitar que el frío o el calor se volviera un problema para él y el bebé.

Y ahora estaba ahí, tratando de ponerse su ropa usual, pero le quedaba demasiado ajustada en la zona del vientre, o eso sentía él, le incomodaba y ni hablar de que la hinchazón en sus pies y el aumento en su pecho le estaba incomodando más y más. Estaba más sensible, incluso había llorado solo por un comentario al aire sobre de que “lucía más redondo” de parte de Yoh, debía reconocer que no lloró delante de nadie, pero si se retiró y fue a llorar a otra parte.

Si, el embarazo era un asco.

Se dirigió a donde Yuzuriha a pedirle un pequeño favor, bueno, otro más, el abrigo lo llevaba suelto porque con el cinturón que se ajustaba a su cintura, lo hacía sentir que lucía ridículo.

—Ey, Yuzuriha—dijo tranquilamente antes de entrar a la tienda donde ahora su amiga pasaba el día entero a veces confeccionando ropa.

—Oh, hola Senku-kun—la chica siempre tenía una linda sonrisa en los labios, incluso se acercó y tocó la pancita de Senku con cuidado, sintiendo una patada de aquel bebé—Hola Bebé-Chan

—Vengo a pedirte un favor…—las mejillas del científico de inmediato se tornaron rojas—Y-yo…uh

—¿Qué pasó Senku-kun? ¿Está todo bien?

—N-necesito…R-ropa…—dijo apenas en un murmullo, obviamente eso causó que Yuzuriha le observará confundida, sin entender lo que había dicho—R-ropa…aquí…no…no me queda…

—…¿eh?

—¡Que no me queda! ¡La ropa no me queda y estoy gordo!—exclamó con los ojos llorosos, jamás, jamás se mostraba vulnerable y ahora a lo mínimo lloraba por culpa de la producción de hormonas, odiaba con todo su corazón la sensibilidad del embarazo—¡Estoy gordo! ¡No me queda ya mi ropa! ¡Mi vientre está enorme!

—Ah Senku-kun, calma… en serio, calma—le pidió Yuzuriha tratando de que no se altere aún más, colocando sus manos sobre sus hombros—Le haré unas modificaciones ¿Okay? Y no estás gordo, te lo juro, solo es bebé-Chan que está creciendo ahí dentro, nada más

—¡No! ¡Es que ya apenas me veo los pies! ¡Me es incómodo dormir! Hace unas dos semanas me aparecieron estrías, y se que es solo algo estético e irrelevante, pero me hizo sentir horrible—okay, estaba explotando, liberando quizás algo que se guardaba muy dentro y que ahora estaba al fin exteriorizando con alguien a quien tenía la confianza suficiente—Menos mal Tsukasa no puede verme, me encontraría horrible, gordo, una ballena

—Oh, Senku-kun, luces bien, te lo juro—insistió Yuzuriha conteniendo algunas lagrimitas, a ella también le daba tristeza ver a su amigo tan vulnerable, llorando y diciendo lo mal que se sentía, le tomaba las medidas con cuidado, sintiendo como a veces aquel bebé pateaba—Mira, Bebé-Chan patea más porque sabes que estás llorando…vamos, no lo hagas, no te hará bien a ti ni a él

DR.STONE (A/B/O)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora