CAPÍTULO 1 🖤

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Un beso de despedida y la promesa de reencontrarse lo más pronto posible corono aquella tarde de domingo.

A.L: Te amo

C: Y yo a ti

Ca: Mi niña, ya es hora de irnos.

Advirtió la mujer que había viajado exclusivamente a la ciudad de México para ir a buscarla

C: Si Candelaria.

A.L: Ni bien termine mis labores en el hospital ire a Villa hermosa

Ella solo asintió

A.L: Te voy a extrañar

C: Igual yo Ángel Luis

Volvió a tomarla de las mejillas y ella cerró los ojos para recibir un beso de sus labios.

Ca: Vamos hija

C: Adios

A.L: Adiós...

Cristina Álvarez Rivas, era abogada, hija de la familia más poderosa de Villahermosa. Heredera de una gran hacienda y magníficas tierras había terminado sus estudios en la capital Mexicana y se desarrollaba como miembro de un prestigioso buffett.

Sin embargo por cosas del destino, se vio obligada a regresar a lo que un día fue su hogar.

***

Hacienda el Platanal

S: ¿A qué horas llega?
Pronunció aquel hombre mayor de cabellos color plata.

Co: Severiano, cálmate...en unas horas estará aquí.

Ag: Señora Consuelo, el cuarto de la señorita Cristina ya está listo...

Co: ¿Pusiste el edredón francés?

Ag: Si señora, tal como lo ordeno

Co: Gracias Agripina puedes retirarte ...

Automóvil...

Notando su semblante triste, la mujer mayor decidió sacar un tema de conversación para así hacer más llavedero el viaje, pues sería largo y sintio que una charla podía distender la situación.

Ca: ¿Estás enamorada?
Lo dijo en un tono cómplice y sonrió con picardía

C: Si...
Ella también sonrió

Ángel Luis es una excelente persona. Me cuida y está al pendiente de lo que necesito. Ha sido un apoyo para mi su compañía...

Ca: Pues parece un buen hombre...

C: Lo es...

Durante el trayecto se permitió derramar unas lágrimas. Regresar a lo que fue su paraíso en las condiciones en las que se encontraba no era lo que había soñado.
Si bien estaba establecida en la capital, supo entender que no podía seguir viviendo allí sin poder trabajar de su profesión.
Su futuro se había truncado y Ángel Luis no podía cuidar de ella porque también tenía su trabajo como médico del hospital.

Y aunque le ofreció mudarse a su departamento, Cristina no quiso...jamas permitiría convertirse en una carga para nadie.

Debía regresar a su casa, a su esencia...a sus tierras. Misma que la vio crecer libremente.

Candelaria la entendía y no quiso agregar más palabras. Sabía que su "niña" necesitaba tiempo para asimilarlo todo. Pues su vida no sería la misma.

Horas más tarde, esta había quedado dormida. Cristina solo se mantuvo despierta pensando mientras jugaba con la pequeña borla que adornaba su bolsa.

Redención ⚖️ (Completa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora