Luego de haber quedado ciega en un accidente, una abogada retomará su trabajo para defender a un hombre despota y autoritario.
Su carácter machista y prepotente querrá alejarla. ¿Habrá algo en ella que ablande su corazón?
Historia de amor entre Cri...
La tomó de la mano y la llevó a caminar por la hacienda.
F: Esta es una hacienda muy bonita.
C: Lo se, aunque en alguna ocasión la he visto desde afuera.
F: En su momento, Alfredo me dijo que eres hija de un hacendado.
C: Si, de Severiano. ¿Lo conoces?
F: No...pero lo he oído mencionar. Quizás a mi tío.
C: Si seguramente. Ellos se conocían.
F: Entonces sabes lo que es el manejo de tierras.
C: Claro. Sé el trabajo que lleva mantenerla en pie. Lamentablemente la nuestra no está en sus mejores momentos.
Caminaron por un lugar algo más oscuro y Federico no se percató que en su camino los peones habían dejado una de las herramientas tirada en el suelo. Por desgracia Cristina tropezó con ella causandole una torcedura en el tobillo.
C: ¡Ay!
F: Cristina, ¿que paso? ¿estás bien?
C: Es que ...tropecé con algo
F: ¡Me lleva la fregada! ¡Estos inútiles! Lo siento, ni yo lo vi. Que estúpido. Déjame ver...
Ella levantó un poco el pie y él la condujo hasta un lugar un poco más iluminado para verlo.
C: No es nada...
F: Llamaré al doctor
C: No, Federico...
F: Intenta apoyarlo.
C: Ay...
F: ¿Lo ves? No no, llamaré al doctor.
La ayudo a ir hasta la casa y ordenó a Casimira a que llamara a Anselmo, su médico de confianza.
Momentos después, su pie estaba vendado y tenía en la mano un par de analgésicos.
An: Si continúa con dolor venga a la consulta, quizás necesita hacer alguna placa. Pero con eso estará bien...
C: Muchas gracias
F: Lo acompaño doctor. Por aquí.
Cristina estaba sentada en una banca que daba a una galería, y mientras esperaba que regresara nuevamente, se pregunto qué hacía ahí.
F: Casimira, trae agua a la señora para tomar su medicina. ( Ordenó mientras volvía)
Cas: Enseguida patrón.
C: Creo que lo mejor será que me vaya
F: ¿Qué? No, cómo crees. Si quieres te llevo al hospital directamente. ¡Eulogio!
C: No, no Federico no es necesario
F: Pero Cristina...
C: De verdad, no se trata de eso... No debería estar aquí...
Cas: Señora, aquí tiene el agua.
C: Gracias...
F: No me parece que debas irte...
Ella se incorporó.
C: Es lo mejor ...¿podrás llevarme a mi casa?
F: Cristina (acercándose) ya estás aquí...quédate.
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